Las peleas se ganan sobre el cuadrilátero, sin importar los criterios de los más avezados especialistas, porque cuando dos atletas están frente a frente dentro de las cuerdas, quien lo haga mejor será el ganador.
El boxeo cubano llegó a Beijing avalado del mejor historial de la disciplina en las citas cuatrienales, con acumulado de 32 títulos, partir de los tres primeros pertenecientes a Orlando Martínez (54 kilogramos), Emilio Correa (67) y Teófilo Stevenson (más de 81) en Munich, Alemania (1972).
Ahora luego del abandonó de otros tres monarcas, Yan Barthelemy (48), Yuriolkis Gamboa (57) y Odlanier Solís (más de 91), así como la indisciplina de Guillermo Rigondeaux (54), de la noche a la mañana rodaron cuatro posibilidades. Llovieron los comentarios e incluso muchos sentenciaron que llegaba la debacle y que los nuevos rostros, salvo alguna contada excepción asistían a la capita de China en busca de experiencia.
Hasta el momento, los púgiles criollos celebraron 15 combates y lograron 14 éxitos, pues solo cayó el supercompleto Robert Alfonso, lo cual permitió el pase de nueve a la discusión de medallas de bronce y de ahí en adelante todo puede suceder. En la última fecha para las eliminatorias subieron al cuadrilátero Andry Laffita (51), quien venció 9-3 al británico Khalid Yafai y ahora tendrá como siguiente adversario al boricua Mc Williams Arroyo, triunfador 14-6 ante el húngaro Norbert Kalucza. Mientras tanto, Yampier Hernández (48) disertó contra el ucraniano Georgy Chygayev para derrotarlo al vencerlo por puntos 21-3 y consiguió el pase a la discusión de los metales.
Yampier Hernández, de 23 años, mantuvo todo el tiempo el control de las acciones, hasta el punto del experimentado Chygayev, apenas pudo marcarle un tres en los últimos seis minutos de pelea. Chygayev tenía mejor palmarés que el cubano gracias a su quinto lugar en el Mundial de Chicago-2007 y había vencido al antillano en un torneo de verano del que su país fue organizador.
Otro de los que va en pos de un hecho sin precedentes, emular a su padre, de igual nombre, ganador de oro en Munich, Emilio Correa (75) mostró sano orgullo por tener la responsabilidad de abrir y cerrar la participación cubana en los octavos de final. “Me siento muy feliz por eso, queremos trasmitirle al pueblo nuestros mejores deseos y les regalamos estos primeros éxitos, pero vendrán más, dijo Correa emocionado tras conseguir su pase a la siguiente instancia”.
Interrogado acerca de la facilidad con la que resolvió el compromiso con el ucraniano Serguei Dereviachenko (18-4), quien le había superado este año en la Copa Klitschko, apuntó que todo se debió al un gran esfuerzo de sus entrenadores. “Todo me salió mejor esta vez, cuando nos enfrentamos anteriormente no estaba tan bien preparado y ahora todo fue perfecto, el plan táctico, el apoyo de los entrenadores, todo, señaló el caribeño”.
Además triunfaron por Latinoamérica el brasileño Paulo Carvalho (48) y el ecuatoriano Carlos Góngora (75), mientras quedaron eliminados en la noche el dominicano Winston Montero (48) y el ecuatoriano José Luis Meza (48). Carvalho superó 21-12 al ghanés Manyo Plange y Góngora 12-1 al griego Georgios Gazis, mientras que Montero perdió 3-7 con el tailandés Amnat Ruenroeng, y Meza 8-14 frente al irlandés Paddy Barnes.