Tal vez muy pocos especialistas tampoco confiaban que el pinareño Rosniel Iglesias (64 kilogramos) pudiera salir airoso (5-2) frente al reto planteado por el ruso Gennadi Kovalev, medallista de plata en el Campeonato Mundial, celebrado en Chicago, Estados Unidos (2007).
Una vez más la realidad sobre el cuadrilátero, en estos Juegos Olímpicos de Beijing, superó los criterios de quienes gustan de anticipar resultados, luego de apelar simplemente a las hojas de servicios de los contendientes y olvidan otras motivaciones.
Las equivocaciones en el caso específico de los boxeados de Cuba comenzaron desde la propia fecha inaugural, cuando Emilio Correa aportó el primer éxito en la división de 75 kilogramos.
Hasta el momento, en 18 presentaciones realizadas, los púgiles criollos suman 17 victorias y no quieren parar, mientras el “coco” ruso, que llegó con equipo completo y rodeado de una aureola propagandística, apenas mantienen en acción a cuatro boxeadores, tras la derrota Kovalev.
Por supuesto, aún restan dos carteles en cuartos de final y resulta imposible pensar siquiera en la posibilidad de mantener ese paso hasta el campanazo final, porque faltan varios enfrentamientos con peligros adversarios.
El próximo rival de Rosniel Iglesias será el tailandés Manus Boonjumnong, vencedor del kazajo Serik Sapiyev en apretado veredicto 7-5. Si el muchacho mantiene el mismo ritmo de golpear a la riposta no debe afrontar mayor dificultades para llegar a la fina.
El santiaguero Carlos Banteaux fue el segundo triunfador de la escuadra cubana, luego de superar con comodidad (10.2) al egipcio Osma Abdón.
Banteaux dominó el combate desde el sonido del campanazo inicial y aprovechó la ventaja en alcance para desarrollar el combate en la distancia, alternado con preciso golpeo en el contraataque
En la siguiente presentación cruzará guantes contra el local Hanati Silamu, un boxeador de escasos recursos técnicos, capaz de imponerse 14-4 al bahameño Toureano Johnson.
Otro de los antillanos en brega, Osmay Acosta (91), venció 7-4 al griego Ilias Paylidis para asegurar, al menos, un tercer metal bronceado, pero en determinados momentos del pleito cayó en la trampa de buscar el cuerpo a cuerpo.
Aunque el griego Paylidis no pudo conectarle buenos golpes debido a las limitaciones técnicas, enredó un poco a Osmay, hasta el punto de emparejar a tres golpes la puntuación del último asalto. De lleno en semifinales, Osmay tendrá delante al experimentado ruso Rakhim Chakhkiev, muy superior al francés John Mbumba para derrotarlo 18-9.
Aquí el muchacho estará obligado a aprovechas la velocidad frente a un peleador de pegada y que gusta de entrar en el cuerpo a cuerpo, evidentemente en busca de emplear su fortaleza física.
En caso de imponerse, debe enfrentar al triunfador del combate entre el estadounidense Deontay Wilder y el italiano Clemente Russo, este último un veterano con notables resultados en lides internacionales del primer nivel.