El experimentado peleador pinareño llegó a Beijing dispuesto a saldar una deuda, pendiente desde los Juegos Deportivos Panamericanos, celebrados en Río de Janeiro, Brasil (2007), donde cedió terreno frente a McWilliams.
Otra exhibición más de dominio del boxeo cubano la que protagonizó el más veterano del equipo antillano, el peso mosca Andry Laffita, que, a sus 30 años, venció por puntos (11-2) al puertorriqueño McWilliams Arroyo en los cuartos de final del torneo olímpico de Beijing 2008.
Ahora, el medallista de plata del Campeonato Mundial de Mianyang, República Popular de China (2005) escaló al cuadrilátero del Palacio de los Trabajadores de Beijing, listo a ganar con sólida exhibición de buen boxeo y así lo hizo. Plantado en el centro del cuadrilátero y con una movilidad de piernas excepcional, Laffita nunca le dio opción a Arroyo, al conectarle con los golpes durante los cuatro asaltos de pelea.
Después de lograr el primer punto en el asalto inicial, Laffita superó por completo a Arroyo, que nada podía hacer para alcanzar a su rival y los parciales de 3-1 y 3-0 en el segundo y tercer asaltos, respectivamente, reflejaron la superioridad del boxeo del púgil cubano.
Con todo perdido, Arroyo sacó su valentía y pundonor para ir a buscar en el cuarto el golpe que pudiese cambiar la marcha de la pelea e impidiese su derrota, no llegó aunque si colocó varias derechas y al final cayó con honor ante un Laffita que fue superior en todos los aspectos.
El triunfo de Laffita le garantizó a Cuba la séptima medalla de bronce en las ocho peleas de cuartos de final en las que han participado sus púgiles y aún tiene pendiente una más, la del peso mediano (75 kilos) Emilio Correa, que se enfrenta esta noche al uzbeko Elshod Rasulov. Si Correa consigue la victoria, Cuba repetirá la misma cosecha que tuvo en Atenas 2008 cuando también logró colocar a ocho púgiles en las semifinales. Mientras tanto, la derrota de McWilliams Arroyo dejó a Puerto Rico sin su último representante de los cinco con los que llegó a Beijing 2008.