Los vecinos del central Amancio Rodríguez en la provincia de Las Tunas celebraron por todo lo alto este domingo la medalla de bronce alcanzada en los Juegos Olímpicos de Beijing, por su ídolo, el judoca Yordanis Arencibia de la división de 66 kilogramos.
Aunque acostumbrados a que Arencibia sea medallista en prácticamente todos los eventos en que participa, todo el pueblo se vistió de gala en la madrugada dominical, volcándose hacia la casa del multimedallista en lides olímpicas y citas universales, para felicitar a sus padres y demás familiares.
En declaraciones ofrecidas a la Agencia Nacional de Noticias, Rafael, padre de Yordanis, contó que todos se sienten orgullosos del nuevo lauro del joven tunero, quien archiva una medalla de plata y tres de bronce en campeonatos mundiales y hoy repitió la presea bronceada que obtuvo en los pasados Juegos Olímpicos de Atenas-2004.
Es cierto que él se había preparado muy bien, aspiraba a más, y por eso se mostró insatisfecho con su resultado, pero no todos pueden ganar medallas en una competencia tan fuerte como la de las Olimpiadas, expresa Rafael, trabajador de la Dirección de Deportes en el municipio de Amancio.
Hay que tener presente que además de las preseas alcanzadas en campeonatos mundiales y olímpicos, Arencibia fue titular juvenil del orbe en 1998 y ha obtenido otros triunfos tanto en torneos centroamericanos como panamericanos y en eventos por invitación, lo que lo convierte en el judoca más exitoso en la historia de Cuba.
Por esos méritos, y por la dignidad con que siempre ha representado a la Patria, el modesto joven tunero se ha ganado el respeto y la admiración de todo el pueblo cubano.