Cuba sacó un triunfo por intermedio de Yankiel frente al tailandés
Worapoj Petchkom, ganador de medalla de plata en la cita cuatrienal
de Atenas, Grecia (2004), en la división de 54 kilogramos y consiguió pasar a un cuarto pugilista a la ronda semifinal de los Juegos de Beijing.
La pelea se antojaba harto difícil para el criollo, porque el adversario poseía a todas luces mayor experiencia, además de gustar del combate cuerpo a cuerpo, poderosa razón que obligaría a Yankiel a utilizar todas las armas a su alcance.
El desarrollo del pleito transcurrió conforme al criterio planteado por los especialistas, aunque con la salvedad de que el antillano en todo momento llevó la iniciativa hasta recibir veredicto favorable de 10-2.
Luego de ubicarse entre los cuatro grandes gallos del boxeo olímpico, Yankiel tendrá en la siguiente presentación a Bruno Julio, desconocido representante de Islas Mauricio, quien venció de manera sorpresiva (13-9) al venezolano Héctor Manzanilla.
Concluida el importante compromiso, León conversó con los representantes de los medios informativos nacionales sobre las tres victorias alcanzadas en Beijing y destacó: “Nosotros nos propusimos responder a la confianza depositada y uno de los más comprometidos era yo, encargado de sustituir al doble monarca olímpico Guillermo Rigondeux, sancionado por indisciplina.
Hasta ahora todo marcha bien y espero subir a lo más alto para recibir la medalla de oro, sin importarme el rival de turno, y así será, no lo pongan en dudas.
Sin embargo, el segundo peleador cubano dentro de la segunda cartelera de semifinal, el capitalino Idel Torriente, bajó contrariado del cuadrilátero, pues en modo alguno supo desembarazarse del azeri Shahin Imranov, un hombre que en todo momento trabajo en el contrataaque y lo desgastó con infinitos agarres.
En la siguiente jornada combativa, el seleccionado del patio pondrá en acción al minimosca Yampier Hernández (48) contra el brasileño Paulo Carvalho y el ligero Yordenis Ugás (60) frente al rumano Georgian Popescu