Camagüey, Cuba.- El Periódico “El Camagüeyano” reflejó en titulares la noticia: “El Libertador Comandante Fidel Castro en tierra de Agramonte”.
Los cronistas de entonces, contaron que “delirantes de entusiasmo y arrebatados de júbilo, las multitudes populares aclamaron sin cesar al máximo líder Dr. Fidel Castro”.
Jamás vio Camagüey, en sus más de cuatro siglos de historia, --hasta 1959—un espectáculo semejante, al que presenció en la mañana del domingo, 4 de enero.
Los periodistas del principal diario de la ciudad dijeron que Fidel Castro recorrió varias calles de la ciudad, y ubicó en la fortaleza militar del Regimiento número 2 a las tropas victoriosas del Ejército Rebelde.
Y agrega la crónica: “En el Colegio Cisneros, ubicado en la Plaza de la Libertad, desde el balcón como tribuna improvisada, Fidel dirigió su palabra al pueblote Camagüey y al resto de Cuba, por las emisoras provinciales y la CMQ, era el primer encuentro de Fidel desde su salida de Santiago, al pueblo de Cuba, desde la tierra de Agramonte”.
Pero el periódico “El Camagüeyano”, no publicó los principales momentos del discurso del Comandante en Jefe:
“… siete años de tiranía han enseñado mucho a nuestro pueblo, siete años de tiranía nos han enseñado, sobre todo, que nuestras libertades no podemos perderlas de nuevo… Si aquí en esta plaza se ha reunido virtualmente la ciudad entera, es porque a la ciudadanía le está interesando todo cuanto atañe a su futuro y a sus derechos…”
Y más adelante, Fidel dijo a los camagüeyanos: “Patria no sólo quiere decir un lugar donde uno pueda gritar, hablar y caminar sin que lo maten: Patria es un lugar donde se puede trabajar y ganar el sustento honradamente… Patria es el lugar donde no se explota a los ciudadanos, porque si se explota al ciudadano, si le quitan lo que le pertenece, si se roban lo que tiene, no es Patria…”
En la noche del 4 de enero de 1959, Fidel se reunió con los miembros del Movimiento 26 de Julio, y posteriormente continuó viaje rumbo a la capital cubana, en un recorrido por la Carretera Central de la Isla.
Cincuenta años después, los camagüeyanos reeditan aquella memorable jornada, que entregó la libertad, para empezar a luchar, como significó el Comandante en Jefe.