Cuba, territorio libre de analfabetismo

Cuando los rebeldes aún combatían en las montañas por la definitiva libertad de Cuba, entre batalla y batalla se alfabetizó a hombres, mujeres y niños de las zonas liberadas. Estos fueron los primeros pasos de una noble tarea: erradicar el analfabetismo en Cuba.
 
A partir de 1959 las reformas educacionales que llevaría a cabo la Revolución se centraron en el desarrollo de tres líneas fundamentales: Escolarización de toda la población infantil, Campaña Nacional de Alfabetización y Postalfabetización.

El 26 de septiembre de 1960 el líder máximo de la Revolución Cubana, Fidel Castro, proclamaba en la Asamblea General de las Naciones Unidas que "Cuba será el primer país de América que a la vuelta de algunos meses pueda decir que no tiene un solo analfabeto..."

Miles de jóvenes y obreros se convirtieron en maestros y se integraron a las distintas brigadas alfabetizadoras que fueron creadas. Marcharon lejos del hogar para cumplir con una misión: enseñar a los que no sabían. Candil y cartilla en mano llegaron a las casas de los campesinos, de los pobres, de la gente olvidada de Cuba.

Muchos de ellos encontraron el primer amor, otros lograron amistades eternas y lamentablemente algunos perdieron la vida, torturados y asesinados a manos de los enemigos de la revolución que rondaban las montañas por aquellos años actuando en contra del nuevo gobierno.

Esos jóvenes, hoy mártires de aquellos primeros años, se convirtieron en fuerza mayor para los que continuaron. Fue este ejemplo y la voluntad de todo el pueblo lo que permitió cumplir la promesa del Comandante Fidel Castro y en un año, el 22 de diciembre de 1961, en la Plaza de la Revolución José Martí, se proclamó a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo.

El inicio de una gran campaña

Pero la intención del gobierno revolucionario no era solamente enseñar a leer y escribir, bajo los alientos de esta campaña, se inició la educación de adultos y se crearon las facultades obreras y campesinas, que posibilitaron la apertura de las puertas de la universidad a los trabajadores.

El proyecto educacional se extendió a los sectores del arte, la salud, las carreras técnicas… La Revolución vino a dar miles de posibilidades para que todo el que quisiera pudiera estudiar e instruirse. La población infantil se convirtió en un sector priorizado, garantizando que  los índices de analfabetismo no aumentaran.

A lo largo de estos años, Cuba no solo se ha preocupado por elevar el nivel cultural  de su pueblo, sino que ha prestado su fuerza y ha puesto todo su empeño en lograr que muchos otros países se libren del vergonzoso peso de la ignorancia.

Actualmente se desarrolla en nuestro país una nueva reforma educacional, como parte de la batalla de ideas que sigue nuestro pueblo. Ya suman más de 70 los programas que se han creado para elevar la cultura de la población.

Estos programas pretenden rescatar a los jóvenes desvinculados, les han regalado a los abuelos una universidad del adulto mayor, han creado universidades en todos los municipios del país y hasta las cárceles se están convirtiendo en escuelas.

Quizás parezca pretencioso querer convertirnos en el país más culto del mundo, pero Cuba ha demostrado que las utopías no están tan lejos. A este país le sobra empeño suficiente como para lograr infinidad de veces, lo que hemos construido en estos 47 años de Revolución.

(Fuentes: Granma, AIN, Radio Rebelde)