Dailyn Ruano Martínez
Periodista de Radio Rebelde
Educación con todos y para el bien de todos
“Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque,
y después, en pago al deber de contribuir a la educación de los demás”
José Martí
La Habana, Cuba.- La educación en Cuba deviene tema de reconocimiento internacional, de exhibición de logros a grandes escalas y también ¿por qué no? de tránsito por difíciles contextos.
Ya lo ha expresado Fidel Castro en una de sus reflexiones:
“Ningún país desarrollado posee en este campo nuestros índices de escolaridad y las posibilidades educacionales de todos los ciudadanos, a pesar del bloqueo injusto y el robo descarado de brazos, músculos y cerebros que sufre Cuba.”
Al hacer una retrospectiva de los principales momentos vividos en esta conquista de la Revolución Cubana, la Campaña de Alfabetización nos viene a la mente sin mucho esfuerzo. Lápiz, cuartilla, alfabetizar, alfabetizar... esa fue la misión del momento.
Desde la concepción del programa del Moncada y su exposición durante el brillante alegato La historia me absolverá del entonces joven abogado revolucionario Fidel Castro, la educación era uno de los seis problemas fundamentales a resolver luego del triunfo. Y como la mejor manera de decir es hacer, el mejor discurso de la Revolución se transformó en el lenguaje de sus actos.
Así, la lucha por la eliminación del analfabetismo se convirtió en tarea de todos. La Campaña Nacional de Alfabetización permitió a Cuba, declararse como el primer territorio de América en vencer ese flagelo, el 22 de diciembre de 1961.
El investigador Titular del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, Justo Chávez, reconoce que a partir de entonces se abría paso a una educación de calidad a toda la familia cubana.
“Esta campaña que después fue criticada por los enemigos, tuvo en 1964 un reconocimiento al ser enviados 2 especialistas importantes de la UNESCO para estudiar la campaña desde el punto de vista científico e hicieron un informe que declara tranquilamente que fue una campaña donde lo científico, lo pedagógico estuvo presente. Por eso nosotros podemos sentirnos orgullosos de ese importante que cumplió una de las promesas hechas por Fidel Castro en el año 1953. “
El informe señalaba textualmente: “La Campaña no fue un milagro, sino una difícil conquista, lograda a fuerza de trabajo, de técnica y de organización.”
Con el decisivo paso de alfabetizar a todo un pueblo se bajó a un 0, 2 % el índice de edades laborales económicamente activas entre los 25 y 45 años. Estaba muy clara la frase martiana que expresa como única manera de ser libres el ser cultos.
Desde entonces los avances progresivos en cada nivel de enseñaza desde el elemental en la primera infancia hasta los estudios universitarios y postuniversitarios, reafirmarían lo que José Martí prometió y Fidel Castro cumplió.
Aún cuando se reconoce que la educación cubana está lejos de ser perfecta, son innegables sus logros tanto dentro del país como en la arena internacional. El asesor del ministerio de Educación, Jorge González Corona enumera algunos.
“¿Qué ha pasado en estos 50 años en la educación? Las cifras que hoy exhibimos ilustran cuantitativa y cualitativamente los pasos agigantados que en este campo hemos dado. La matrícula total de estudiantes en estos momentos sobrepasa los 2 millones y medio de estudiantes. Existen en nuestro país más de 350 000 maestros y profesores. Cuba tiene la tasa de maestros por habitante más favorable del mundo hoy. Aquí, podemos decir con orgullo, todos los niños van a la escuela, todos tienen las posibilidades de continuar estudios.”
Uno de los aspectos de mayor trascendencia es el presupuesto que dedica el gobierno cubano a la educación. De 9 millones en el año 59, hoy rebasa la cifra de los 7 mil millones. Cuba dedica aproximadamente una cuarta parte de su presupuesto de gastos corrientes anuales a esta conquista.
También en la educación superior, sin pretender encubrir en discurso triunfalista los intersticios que aún subyacen, son visibles los resultados. De las 3 universidades públicas existentes al triunfo de la Revolución cubana hoy existe una red de 65 centros universitarios que abarcan todo el país y los cuales se complementan con 1 300 sedes universitarias en los municipios.
En estas últimas se encuentran matriculadas más de 700 000 estudiantes ya sea en cursos para trabajadores, jóvenes reorientados etc.
Con satisfacción, la mayor de las Antillas cuenta al cabo de medio siglo con casi un millón de graduados del nivel superior, uno de los tesoros más valiosos desarrollados por la revolución en estos años.
De la cobertura de profesores, aún insuficiente, dependen el aprendizaje y la formación de valores, gran reto de la Educación cubana. No podríamos dejar de mencionar en apretada síntesis la preparación de los pioneros cubanos reconocida de manera internacional, el noble empeño de la enseñanza especial, y la graduación de cerca de 50 mil estudiantes extranjeros que estudian en Cuba.
Cabe mencionar desde las edades más tempranas el programa “Educa a tu hijo” nacido a partir de 1990 para la orientación a la familia de niños que no asistían a los círculos, a la par que continúa el perfeccionamiento de la Educación Preescolar.
Asimismo, la Educación Especial constituye un paradigma respecto a muchos países del mundo. Distribuidos en 421 escuelas y aulas especiales en todo el país, cubren el 100% de toda la población requerida de esta enseñanza especializada.
El subsistema atiende a los escolares con retraso mental, retardo en el desarrollo psíquico, sordos, hipoacúsicos, ciegos, débiles visuales, estrábicos, ambliopes, sordo ciegos, autistas, trastornos en el lenguaje, limitaciones físico motoras y con trastornos de la conducta, así como a otros con estados cualitativos complejos del desarrollo.
Un país de hombres y mujeres que se apellidan SOLIDARDAD.
Hablar de Educación en Cuba sin mencionar el factor solidaridad, se tornaría imposible. Según datos ofrecidos por el ministerio de Educación cerca de 30 mil maestros cubanos han impartido sus conocimientos en disímiles regiones del mundo de manera desinteresada, como por ejemplo en la Cruzada de Alfabetización de la República de Nicaragua, en la de Angola y Cabo verde, por solo citar algunos ejemplos.
Desde el año 1970, Cuba ha desarrollado labores de asesoramiento y colaboración en diferentes países a través de sus gobiernos o directamente con instituciones o gobiernos locales. El asesor del Ministerio de Educación, Jorge González Corona considera que esta ha sido una constante de trabajo sostenida durante medio siglo.
“Cuba ha cooperado con 150 países del mundo. Han prestado servicios internacionalistas cerca de 30 000 maestros cubanos y eso habla de una voluntad que expresa no que tenemos y damos lo que nos sobra sino que somos partidarios de compartir lo que tenemos. En la alfabetización cuba desarrolla de forma solidaria y respetuosa esta colaboración con 28 países y se han alcanzado logros importantes en Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Namibia, Angola Dominica.”
Corona, avala que el método cubano denominado Yo, sí puedo y el yo sí puedo seguir no representan solo una voluntad integracionista sino el sano propósito de contribuir a la educación de los demás.
Hasta el presente el método que enseña a leer y a escribir ha alfabetizado a 3 millones 600 mil latinoamericanos. Se han desarrollado 12 versiones del programa, 8 en español, 1 en portugués, 1 en Inglés, más las versiones en quechua y aymará en Bolivia, cróele en Haití y otras en tetún para Timor Leste. En este aspecto la UNESCO reconoce la voluntad de Cuba, argumenta el asesor del MINED.
“Cuba ha ofrecido oficialmente y formalmente a la UNESCO su disposición de colaborar y de trabajar juntos en terceros países para erradicar el analfabetismo. En la Conferencia Internacional que tuvo lugar en Dakar en el año 2000 se aprobaron objetivos de desarrollo para la educación que preveían entre otros aspectos que la humanidad se propusiera brindar educación primaria básica de calidad a todos los niños y niñas. Según el último informe de monitoreo del Programa de Educación para Todos de la UNESCO ha sido reconocida esta Isla como uno de los países que mayor esfuerzo ha hecho en este sentido.”
Desde la mirada foránea somos un país digno de imitar en materia de educación. Sin embargo, la otra mirada, la de adentro, la autocrítica, la que reconoce que nuestra educación No es perfecta y que existen insuficiencias, esa mirada también persiste.
En el amplio proceso de transformaciones en cada una de las enseñanzas han existido encontrados criterios sobre la eficacia del aprendizaje en la secundaria básica o en el preuniversitario.
Al cabo de medio siglo de Revolución y de la marcha indetenible del proceso que forma al ser humano, le da vida, lo educa y orienta profesionalmente, emergen insatisfacciones propias de cada época.
Pero lo importante es que exista la voluntad de mejorarlas.
En este sentido, la Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones estudiantiles juegan un papel prioritario, para que desde la base se aprenda a ser intransigente con lo mal hecho, y consecuente con las oportunidades que se presentan.
Lo importante, en estos 50 años de Revolución es que en Cuba, cada estudiante cuenta. |