El Doctor Yordani Rodríguez Gutiérrez, al frente de la Dirección de Recursos Humanos de la Brigada Médica Cubana en Venezuela, es fundador del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias “Henry Reeve”. Días de gloria que hoy atesora como uno de los recuerdos más hermosos de su vida, cuando era un joven recién graduado y tuvo la gran oportunidad de servir al mundo.
“Fuimos convocados por el Comandante en el 2005 en Luisiana, tras el paso del Huracán Katrina que provocó un desastre, él convocó a un grupo de médicos cubanos a socorrer al pueblo norteamericano, y esperábamos a ser aceptados por el Gobierno de EEUU, Fidel iba personalmente a darnos las informaciones cada vez que existía una posibilidad remota de cumplir aquella tarea, nos decía que estuviéramos preparados para socorrer ese pueblo, pero no fue posible, el Gobierno norteamericano no aceptó nuestra disposición. Nosotros habíamos sido seleccionados previamente para venir a Venezuela, pero entonces, él creó un Contingente para situaciones de desastres y así nació el contingente Henry Reeve”.
Yordani confiesa que sentía el temor de marchar a otro país, enfrentar circunstancias y enfermedades muy complicadas, separarse de los suyos; pero una fuerza mayor, el sentido de pertenencia de su generación y aquellos diálogos con Fidel fueron incentivos que le convidaron a continuar.
“Yo solo tenía un año de graduado, pasé un curso de Terapia Intensiva, él convocó a los médicos más jóvenes, ya que en esas circunstancias inhóspitas, difíciles, confió en las nuevas generaciones. Cuando uno se gradúa como médico se cree que lo sabe todo, llegar a esos lugares donde uno no conocía esas enfermedades, ajenas a nosotros, comprendimos que teníamos un camino largo por recorrer aún, siempre teníamos el miedo de no hacer las cosas bien y equivocarnos, pero el confió en nosotros porque trabajamos con el corazón”, asevera.
Entonces, se produjo el terremoto de Paquistán y aquel recién constituido Contingente de jóvenes médicos cubanos empezaron a escribir otra página en su vida, gracias a la visión humanista de un líder.
“Cerca de Fidel estuvimos cinco veces, él fue uno de los profesores en ese curso para prepararnos ante lo que debíamos enfrentar, se organizó una capacitación en todos los ámbitos, en la parte médica y cómo actuar en situaciones de desastres, él nos daba conferencias de cómo debíamos comportarnos en condiciones extremas, y cuando se informó que íbamos a Paquistán, luego de un devastador terremoto en esa nación, él nos dio una conferencia de las condiciones que tendríamos que desafiar, él nos hizo la fotografía exacta de lo que íbamos a encontrar, eso jamás lo olvidaremos, porque fueron lecciones magistrales”.
Fidel se convirtió en profesor. Sus lecciones fueron el camino para llegar a un país desconocido que vivía una desgracia. A kilómetros de distancia, el Comandante previó cada detalle en aquellas conferencias magistrales, asevera el Doctor Yordani.
“El Comandante tuvo que estudiar bastante para conocer las características de un pueblo tan diferente al nuestro, el cual profesa una cultura islámica que los cubanos no conocemos, nos dio una conferencia excepcional de dos horas, vivimos lo que él nos había enseñado, con esa visión futura y esa luz que él tenía. A nosotros nos impresionó que no durmiera prácticamente, por ejemplo, recuerdo que, sin descansar, nos citó a esa conferencia y venia de un encuentro con empresarios chinos, nos habló no solo de la situación en Cuba, sino mundial. Una vez más demostró su genialidad”.
Yordani mantiene los recuerdos muy frescos en su memoria.
“En un acto muy emotivo, él nos pidió poner en alto el nombre de Cuba y el compromiso nuestro fue culminar esa misión, lograr que Pakistán se llenara de Cuba, en esa nación no se no conocía nada del pueblo cubano, siempre se hablaba de los americanos, no sabían en muchos casos ni siquiera que nuestra isla existía y tras esa misión todo fue diferente, se hicieron compromisos bilaterales, mil paquistaníes estudiaron Medicina en Cuba y cumplimos el compromiso con Fidel”, puntualiza.
Pakistán y tres misiones en Venezuela y aquellas lecciones profesionales y de vida de un Comandante profesor que impartió con luz de futuro, son recuerdos que jamás Yordani podrá olvidar.
“Previo a esos encuentros con el Comandante, yo era un médico inexperto, con dudas, inexperiencias y después ya uno se llenó de conocimientos, confianza. Por eso hoy, si pudiera hablarle, le daría las gracias por lo que hizo por nosotros, por habernos hecho hombres de ciencia, por tener esa confianza en nosotros”, confiesa.
Hoy el Doctor Yordani mantiene viva la imagen del líder.
“La imagen que tengo de Fidel es el hombre vestido de verde olivo con muchas ideas revolucionarias, a las generaciones presentes les pido que se adentren en la historia, que lean sobre Fidel, que se apropien de la visión futura que él tenía”.
Por eso hoy, en Venezuela, y casi cuando concluye su tercera misión, el Doctor Yordani advierte más vivos que nunca los pasos de Chávez y de Fidel.
“Aquí pudimos ver cómo se consolidaba ese sentimiento de amor a Cuba, siempre dando las gracias a Fidel y Chávez por pensar en la salud del pueblo y trazar proyectos mayores, el precursor de esta misión fue Fidel, su pensamiento solidario fue primordial para estas misiones, yo diría que sin Fidel no hubieran existido estas misiones”.
Por eso hoy, el Doctor Yordani Rodríguez Gutiérrez cada día, en sus misiones internacionalistas, renace las clases de un hombre vestido de verde olivo y de futuro.
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