A Yaineisis Vargas Corría la conocí en el Centro de Diagnóstico Integral La Loma, del municipio Pedro Gual, en la Región Barlovento del Estado venezolano de Miranda.
Un sitio distante, un pueblo humilde y amoroso que se dedica entre otras labores a la pesca; la playa de Machurrucuto está cerca (donde hay un pedacito de la historia de Cuba, porque allí cayó el combatiente internacionalista cubano Antonio Briones Montoto), y también hay comunidades alejadas donde viven personas con padecimientos que no son comunes en nuestro país.
Ese es el escenario de esta institución médica donde labora la Licenciada en Bioanálisis Clínico, quien lleva casi veinte meses en la misión, en una experiencia enriquecedora para su vida.
Me siento muy orgullosa de pertenecer al ejército de batas blancas, la Revolución nos ha dado oportunidades y estoy agradecida con mi pueblo, con mi Comandante Fidel, que emprendió las misiones revolucionarias; aquí en Venezuela he adquirido experiencias, he tenido la oportunidad de conocer muchas personas, otras costumbres, me han enseñado la ética profesional, el humanismo, el sentido de pertenencia
Yaineisis siente una honda satisfacción por la labor que ella realiza junto a un querido colectivo unido.
“Hemos contribuido a elevar la calidad de vida de este pueblo, ha sido difícil enfrentarnos a nuevas realidades, pero aquí estamos para servir”.
¿Cómo son las relaciones del colectivo?
“Somos una familia, uno llega sin conocerse, pero muy pronto formamos un gran equipo, damos todo por nuestros pacientes, y hemos aprendido a ser uno; a partir de que estamos muy lejos del Estado nos apoyamos mucho más, aún con las adversidades que enfrentamos cotidianamente, nos hemos comportado como una familia, es así porque somos cubanos, no podía ser de otra manera”.
Determinar diagnósticos, corroborar el dictamen inicial de los médicos es el día a día de esta mujer cubanísima.
¿Qué se siente desde el punto de vista profesional cuando se espera por un diagnóstico?
“Muy satisfecha, nosotros somos los que diagnosticamos un examen, me siento muy complacida cuando los resultados de los exámenes clínicos son decisivos para tomar decisiones y salvar una vida”.
Y aunque hay nostalgias, sabe que en Cuba tiene una retaguardia segura que la admira y la espera.
¿Qué le dice a su familia en Cuba?
“Que estoy agradecida con haber cumplido esta misión por segunda vez, porque antes estuve en Anzoátegui, estoy dando el máximo, y le doy gracias a Dios por ayudar a un pueblo hermano, que no se preocupen, que aquí está una cubana firme, vamos a seguir y terminar esta misión, y por supuesto, voy de regreso a Cuba con la felicidad y la misión cumplida”
Esa es Yaineisis, una especialista que, en La Loma, manifiesta el inmenso orgullo por lograr los diagnósticos necesarios para la vida.