Al menos cuatro personas murieron como consecuencia de un incendio en un edificio de la ciudad española de Valencia, ubicado en la Avenida Maestro Rodrigo, en el barrio de Campanar. Luego de parecer extinguido en un primer momento, las llamas volvieron a la parte trasera del edificio.
Entre nueve y 15 personas continúan desaparecidas, sin ser localizadas por sus familias. Una pareja joven con dos hijos: uno de dos años y otro de dos semanas están entre los desaparecidos. No se ha podido acceder al edificio por el riesgo de colapso que existe y drones del ejército se encuentran buscando a los desaparecidos.
Las labores de extinción del incendio, que también se propagó a otro edificio de 12 plantas, colindante con el otro inmueble en el que se originaron las llamas, continuaron a lo largo de la madrugada.
La alcaldesa, María José Catalá, aseguró que Valencia “vive un momento muy triste”. “No hemos vivido una tragedia similar. Es un día muy difícil. Gracias a bomberos, cuerpos y fuerzas de seguridad”, dijo.
También compareció el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón: “A la espera de que puedan entrar los bomberos, con respecto a la parte sanitaria, se han atendido a 15 personas, no corre riesgo la vida de esas 15 personas, siete han sido bomberos, muestra del esfuerzo de los bomberos que llevan la coordinación del mando”, manifestó.
El barrio donde se ubica el edificio permanece acordonado por temor al colapso de la instalación.
La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, trasladó “en nombre del Gobierno de España el pésame a los familiares de las víctimas”, así como “toda la colaboración” a las autoridades valencianas.
El consistorio de la capital valenciana, declaró tres días de luto y la suspensión de la ‘Crida’, así como el resto de actos previstos para el inicio de las Fallas, fijados inicialmente para el primer fin de semana de marzo. Toda la programación y agenda del viernes, sábado y domingo ha quedado anulada.
Hasta el momento, 138 viviendas quedaron arrasadas por las llamas en pocos minutos. Son varias las fuentes de la investigación que apuntan como causa, al material con que estaba revestido el inmueble en su construcción en el año 2005. Se trata del poliuretano, material inflamable que ya estuvo detrás de un incendio en Londres de 2005 y que supuso un punto de inflexión para su posterior prohibición, según explicó la arquitecta Esther Puchades.