Las personas optimistas gozan del privilegio de ser bienvenidas por la mayoría por la forma positiva de ver la vida y crecerse ante las dificultades. El optimismo es una perspectiva esperanzada del futuro, de sí mismo y del mundo que lo rodea.
Es la fortaleza interior que ayuda a atravesar momentos difíciles. Por definición, el optimismo ayuda a ver, sentir y pensar en forma positiva.
Los expertos afirman que esa actitud frente a la vida hace vivir entre un 11 y un 15 por ciento más que los menos optimistas. Según un estudio de la Escuela de Medicina de Boston, las oportunidades de sufrir enfermedades son más bajas para quienes saben apreciar el lado bueno de la vida, tener mejores vínculos y hasta ganar sueldos más altos.
Según Eric Kim, codirector de una investigación publicada en la revista American Journal of Epidemiology en 2016 «sugiere que hasta el 25 por ciento del optimismo puede ser genético o heredado, lo que implica que es modificable».
Los especialistas coinciden en que el pirmer paso para abrazar el optimismo es reconocer cual es el problema y tomar conciencia de ello.
«Mucha gente pesimista está muy pegada a la idea de que las cosas van a salir mal y tienen la percepción de que esos malos pensamientos son permanentes, generalizados y personalizados»;
Allison Funk, doctora en psicología del Instituto Estadounidense de Terapia Cognitiva considera: » que el primer paso es desarrollar un poco de curiosidad sobre este patrón de pensamiento y analizar si uno usa con frecuencia frases como ‘a mí siempre me pasa esto, es mi culpa, o me voy a sentir siempre así’, cada vez que pasa algo malo».
Funk dice que debemos estar dispuestos a cuestionar esta forma de pensar cuando la vemos y preguntarnos si pueden haber sido circunstancias fuera de nuestro control las que hicieron que nos pasara algo malo.
Un consejo apropiado es practicar la gratitud. Un ejercicio que recomiendan muchos psicólogos es manifestar nuestra gratitud por las cosas buenas que tenemos.
«Toma conciencia de las cosas positivas que existen en tu vida y te hacen sentir más esperanzado de que habrá cosas positivas en el futuro», dice Funk.
La experta sugiere escribir regularmente «cinco cosas por las que estamos agradecidos o enviárselas por texto a un amigo si quieres un mayor nivel de responsabilidad».
Este simple ejercicio puede ayudarnos a cultivar una actitud mental más positiva. Escribe a diario cosas en tu vida, por pequeñas que sean, por las que estás agradecido.
Laura Rojas-Marco, psicóloga española y autora de varios libros sobre desarrollo personal, cuenta que además de haber estado trabajando este tema con sus pacientes durante la pandemia, ella misma lo hacía todas las noches, después de trabajar.
«Al final del día, después de estar trabajando 15 horas con personas que estaban sufriendo mucho, por mi propia salud mental y emocional, me apuntaba en mi cuadernito las cosas postivas que habían pasado ese día para cerrar el día con algo positvo».
Ademá un aspecto importante para ser lo que llaman un «optimista realista» es reconocer que algunas cosas malas te pasarán en la vida..
«Sería de gran utilida tener en la agenda unas vacaciones planeadas, pero pueden ser también cosas pequeñas, que nos hagan sentir plenos», afirman algunos especialistas.
Ideal sería invitar a un amigo a tomar un café o te a tu casa. Haz planes al aire libre», es decir planifica estrategias beneficiosas para la regulación del ánimo en general.
«Sabemos que hay una gran correlación entre el ánimo positivo y cosas como dormir lo sufienciente, comer bien, evitar sustancias nocivas y tratar enfermedades físicas», dice Funk.
Ademá visualizar en la mente como las cosas pueden salir bien»Trabajar con la química de tu cuerpo, ayuda a tener una visión más optimista de la vida».
«Si visualizas algo en el futuro que quieres que ocurra, algo que deseas y te lo imaginas, eso va a activar en el cerebro tu actitud proactiva». Y «trabajar para conseguir objetivos alcanzables pueden darnos la sensación de logro, y eso nos hará sentir más optimistas».
Entonces nos vamos a encaminar hacia ello, porque es más fácil ponerte a caminar hacia algo que tú sientes que es alcanzable, que hacia algo que no lo es», dice la psicóloga, y añade que se trata de una técnica que también se emplea con frecuencia en las terapias de psicología clínica para tratar las fobias. Las visualizaciones también pueden ayudarnos a plantearnos objetivos.
Lo cierto es que al ser optimistas abrimos las puertas a lo favorable y a todo aquello que nos hará realizarnos como personas y así vivir a plenitude la vida. Para ello lo primero es pensar en el lado bueno de las cosas.