A la vuelta de 20 años y mucho esfuerzo, el médico cubano Luis Francisco Romero Pupo puede hablar, con firmeza, de sueños cumplidos. Hace dos décadas, hizo suyo el horizonte trazado por Chávez y Fidel: llegó a Venezuela lleno de expectativas y de temores, como pionero de una misión que iría Barrio Adentro.
Era la vanguardia de un ejército de batas blancas, con una larga batalla por delante. Por eso el hoy coordinador del Centro de Diagnóstico Integral “Guardia de Honor”, de Caracas, recuerda con orgullo aquellos días en Santa María de Ipire, en el estado Guárico; ese tiempo de fundar.
“Fue un impacto para mí: era mi primera misión. Comenzamos a atender a una población de bajo recursos, en una zona rural: pacientes muy necesitados de nuestra atención. Al principio, existía un temor por la violencia que, según nos decían, había en toda Venezuela; pero el pueblo nos fue aceptando, queriendo… y nos dimos cuenta de que no era tanta la violencia”.
El doctor Romero rememora esos inicios en viviendas adaptadas como consultorios, pues no existían aún instituciones de la misión Barrio Adentro. Todo fue mejorando, según comenta, incluso la confianza de los venezolanos en los médicos de Cuba.
“La población no creía mucho en nosotros. Pero, a medida que trabajamos, que aplicamos la medicina preventiva que nos caracteriza, la atención cercana al paciente, esa desconfianza desapareció. En lo personal, me ayudó mucho mi primer paciente: un niño que llegó a consulta con abdomen distendido y que diagnosticamos con poliparasitismo intenstinal. Le ofrecimos tratamiento y en dos semanas ya estaba bien. Eso creó un impacto en la comunidad y empezaron a llegar más pacientes”.
Para Luis Francisco, luego de tres periplos como internacionalista y 11 años dedicados a aliviar la salud venezolana, la Misión Barrio Adentro es una criatura que sigue creciendo.
“A 20 años del inicio, la misión ha crecido, no solo en la atención a los venezolanos, sino en la formación de médicos. Nuestros primeros alumnos son hoy especialistas reconocidos, jefes de Áreas de Salud, directores de hospitales o funcionarios del Ministerio de Salud. Y seguimos formando médicos. Esa es la más importante huella que dejaremos aquí”.
A la vuelta de 20 años y mucho esfuerzo, el doctor holguinero Luis Francisco Romero Pupo recuerda, con claridad y orgullo, el sublime nacimiento de la Misión Médica Cubana en Venezuela. Aquel 16 de abril, Chávez, Fidel y un ejército de batas blancas dieron cuerpo a la idea de salvar vidas, Barrio Adentro.
Por eso hoy se puede hablar, con firmeza, de dos pueblos que une un sueño cumplido.
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