Decía Martí, con apabullante razón, que subir montañas hermana hombres. En Venezuela, la sentencia del Apóstol no solo se cumple, sino que se enriquece en sitios como Santa Cruz de Bucaral, en plena Sierra falconiana, donde hombres y mujeres cubanos suben, hermanados, para brindar salud.
En esa recóndita geografía, una brigada de 15 colaboradores de la Misión Médica Cubana vela por el bienestar de más de 6300 familias de 3 parroquias del municipio Unión. Sin dudas, el Centro de Diagnóstico Integral “Adalberto Redondo”, que dirige la joven doctora Leonor Hernández Salazar, es una institución imprescindible, Sierra adentro.
“Contamos con servicios de Emergencia, Cuidados Intensivos, Cuerpo de Guardia, Apoyo Vital, Laboratorio Clínico y Sala de Rehabilitación, entre otros. Las patologías más comunes aquí son la Diabetes, la Hipertensión Arterial, el asma y las alergias, por el clima frío que hay casi todo el año. También las mordeduras de serpientes venenosas provocan muchas atenciones de emergencia en el CDI”.
Cerca de 30 mil venezolanos tienen en este CDI un refugio seguro para aliviar sus males. Loma arriba o loma abajo, los médicos cubanos vencen cada reto que la montaña interpone entre ellos y la salud de sus pacientes.
“Es muy difícil, por las distancias y la geografía. Hay que llegar caminando o en burro, o de cualquier manera a lugares muy apartados donde hace falta nuestra presencia. Da cierto miedo, porque son lugares peligrosos, incluso con animales que pueden hacerte daño, pero llegas y ves el agradecimiento de la gente, y puedes ayudarlos. Es una experiencia muy bonita”.
La Sierra falconiana sobrecoge con sus paisajes, impone respeto con sus abismos y hermana a quienes se atreven a subirla. Pero, sobre todo, abraza a los que cuidan de sus hijos. Por eso, se ha hecho hogar y escuela para 15 colaboradores cubanos que, dirigidos por la joven Leonor Hernández, protegen la vida en Santa Cruz de Bucaral.
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