Lo mismo se les puede ver en una institución de salud o de la Cultura, una nave de producción o una escuela. Lo cierto es que nuestros candidatos a diputados a la próxima Asamblea Nacional del Poder Popular sostienen encuentros con sectores diversos de la producción, los servicios y la administración previos a las elecciones nacionales del 26 de marzo.
Porque no siempre le damos la trascendencia y significado que esto tiene, es por lo que apreciamos como normal la presencia de estos hombres y mujeres en los sitios por donde fueron nominados, a quienes los distinguen sus méritos sobrados en las actividades que realizan.
Poder conversar de tú a tú con cada uno de ellos, conocerlos directamente, sin que medie ninguna campaña electoral, que sus presentaciones ante los colectivos y la representación del pueblo las distingan el conocimiento de su trayectoria laboral y aportes, hacen aún más transparente un proceso del cual todos debemos enorgullecernos porque legitima la fortaleza de la Asamblea Nacional del Poder Popular en el país.
¡Qué otros con méritos sobrados podrían estar en esta candidatura! Es cierto. Pero los que están no solo tienen méritos de sobra sino que además poseen la capacidad de representarnos en el Parlamento, de aportar desde el conocimiento y su experiencia personal en el trabajo, la labor en la comunidad, o en cualquier otro sector de la sociedad cubana.
Unos son más conocidos que otros. Pero también ahí radica la fortaleza del proceso electoral cubano. El intercambio con colectivos laborales y el pueblo no los hace ni más grandes ni más pequeños, sino los pone en similar condición, porque en su totalidad resultan referentes en lo que hacen, con trayectorias que reverencian el aporte y el compromiso. Tienen similares oportunidades, y no se trata de elegir a unos por encima de otros, sino de reconocer el mérito colectivo, por eso la convocatoria al voto por todos.
Interactuar como ocurre ahora y hasta el 24 de marzo, permite a los candidatos a diputados no solo que los conozcan más a profundidad, sino poder interactuar con los problemas a los cuáles tendrán que enfrentarse y contribuir a la búsqueda de soluciones como representantes del pueblo.
No es un paso más, sino es genuina democracia si partimos de que, sin excepción, cada uno de los candidatos fue propuesto en plenos de las organizaciones de la Sociedad Civil cubana.
Por eso en esta candidatura para la Asamblea Nacional del Poder Popular que será votada el 26 de marzo están en proporciones similares mujeres y hombres, pero también delegados y delegadas de circunscripción, la totalidad de los sectores del país, y ninguno de ellos se convocó a sí mismo, el mayor de los méritos está en que fueron propuestos por el pueblo.