Aun cuando la situación de la generación eléctrica nacional es muy compleja, entre otros aspectos por la obsolescencia de las plantas térmicas y el impacto de las medidas de bloqueo de Estados Unidos contra nuestro país -que ha influido extraordinariamente en este sector-, Cuba no puede dejar de mirar hacia el mediano y largo plazo y cómo asume una transición energética gradual, a partir de una mayor penetración de las fuentes renovables de energía, entiéndase la solar-fotovoltaica, la eólica, entre otras.
Este tema, vital, estratégico y además de gran sensibilidad resultó un punto de análisis en la agenda de trabajo del último Consejo Nacional de Innovación, parte de un sistema de trabajo de gobierno, para impulsar desde la Ciencia, el desarrollo del país aprovechando el potencial de inteligencia que tenemos, en conexión permanente con las universidades, los sectores productivo, social, y los ministerios.
En presencia del Presidente Miguel Díaz-Canel y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, se presentó una amplia información sobre las proyecciones del Sistema Eléctrico Nacional y también un resumen de los principales aspectos y enfoques de una nueva propuesta de Política para la transición energética en el país, en la que trabaja un grupo de expertos.
La anterior política, aprobada en el 2014, se limita solo al sistema eléctrico nacional y según expertos, se considera muy limitada al no tener en cuenta la intersectorialdad, el escenario local y aspectos de desarrollo territorial, y no profundizar en la ciencia y la innovación, la educación y lo relativo a la gobernanza.
En contraste, la propuesta de nueva política constituye una estrategia para alcanzar de forma acelerada, segura y sostenible la satisfacción soberana de la demanda de energía que implica la participación de toda la sociedad hacia una matriz energética no dependiente de los combustibles fósiles aprovechando las reservas de eficiencia energética y del potencial de las fuentes renovables de energía (FRE).
La elaboración de la nueva política que tiene como punto de partida el diagnóstico de la situación actual, es considerada, según los especialistas, como más integral al conectar cuatro ejes de alcance fundamentales: el de la matriz eléctrica, el sector industrial, el agroindustrial y de la producción de alimentos, y finalmente el vinculado con el sector residencial y la gestión local. Por lo tanto, concibe a todos como protagonistas y no solo como simples consumidores.
Un diagnóstico de la situación del sistema electro energético actual, revela que aproximadamente el 60 por ciento del soporte técnico destinado a la generación de energía en el país ha llegado o pasado su vida útil, al tiempo que no se evidencia un incremento del uso de las fuentes renovables de energía en la generación de acuerdo a lo previsto.
Hoy también se experimenta un crecimiento sustantivo en el consumo del sector residencial privado, y la generación se realiza principalmente sobre la base de plantas térmicas que utilizan combustibles fósiles.
El tema presentado en el Consejo Nacional de Innovación generó comentarios por expertos y académicos, con una mirada integradora, resaltando el papel y el aporte de las universidades y las posibilidades de un uso cada vez más eficiente de nuestras propias reservas y de las fuentes renovables de energía que pasa por un pensamiento innovador en las condiciones de Cuba.
A la importancia de desandar el camino de la innovación para alcanzar los objetivos propuestos en la nueva política hacia una transición energética en el país, se refirió nuestro Presidente, quien además resaltó el carácter abarcador de este propósito en que ya se trabaja y que tiene en cuenta componentes económicos, ambientales, sociales y tecnológicos que lo hacen más sostenible en el tiempo a la luz del nuevo escenario que vivimos.
También el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz reiteró el llamado del Presidente en el sentido de apreciar la política de transición energética con la mayor integralidad posible, para avanzar y no detenernos, con el ahorro como premisa, creando también una cultura del uso de la energía a nivel de toda la sociedad.
No hay dudas que el país, a pesar del complejo escenario por el que transita actualmente en su sistema de generación eléctrica, concibe con mirada integradora e innovadora el uso de las fuentes renovables para generar energía, es condición imprescindible para el desarrollo de todos los sectores, el incremento de la calidad de vida de la población y para hacer más amigable nuestro sistema energético en las condiciones que vive el mundo.
Identificado el camino a seguir, aún con obstáculos en el camino, se requiere entonces avanzar tanto como sea posible, por eso la máxima dirección del país orientó concluir la redacción de la Política y el marco regulatorio que la apoya y avanzar en el proceso de consulta a la sociedad.
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