Si tuviéramos que encontrar un calificativo que sintetice la esencia del cine que se hace “del río Bravo a la Patagonia”, pensaríamos en adjetivos como diferente, identitario, liberador, entre otros.
Nosotros, el equipo de SONOGRAMAS, utilizaríamos una sencilla frase:
El cine latinoamericano es tremendamente NUESTRO.
Pocas regiones del mundo pueden presumir de poseer una producción cinematográfica en la que se reflejen tanto sus conflictos y valores culturales, como en el séptimo arte nacido de Nuestra América.
Cuba, desde el 3 de diciembre de 1979, acoge anualmente el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano (FINCL) que, desde su edición inaugural, se propuso:
Luego de 43 años, el Festival de Cine de La Habana ha contribuido significativamente a que nosotros, el público cubano, nos apropiemos de las estéticas de una región a la que pertenecemos, también, desde el arte de la luz y el sonido.
A lo largo de sus ediciones, por las pantallas grandes de las salas de cine que habitualmente acogen al FINCL, han pasado las más importantes producciones fílmicas de nuestro continente.
El filme colombiano La estrategia del caracol (1993) de Sergio Cabrera, la película mexicana Amores perros (2000) de Alejandro González Iñárritu, la cinta Ciudad de Dios (2002) de Fernando Meirelles, el clásico argentino El secreto de sus ojos (2009) de Juan José Campaniella y la mítica La bella del Alhambra (1989) de Enrique Pineda Barnet, son algunas de las piezas cumbres del cine “nuestroamericano” que han pasado por el Festival de La Habana antes de llegar a la fama mundial.
En el marco de la edición 43 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, SONOGRAMAS propone un recorrido por películas icónicas de la historia del séptimo arte en nuestra región…