¿Cuál es la firma de un genio de la música como John Williams? ¿En dónde radica el motivo de su éxito? ¿Qué lo convierte en un «mago» capaz de convertir en melodía el ataque de un escualo, los latigazos de un arqueólogo o las travesuras de un niño que quedó «Solo en casa»?
Para ser sinceros, lo desconocemos. Y, vale aclarar, que no lo sabemos, no por falta de conocimientos o de investigación. Lo desconocemos, porque cuando suena una composición de Williams el mundo se reduce a la música que se vuelve acción en pantalla.
Pensemos por un momento en la siguiente secuencia:
Imagen: Plano general de un mar en calma una tarde de verano. A la derecha vemos un yate de recreo, sobre él una pareja. Él toma el sol con una cerveza en la mano. Ella, debido al calor, decide tomar un baño en el mar…
Sonido: Ambiente marino, escuchamos el sonido del viento y las olas, tal vez, a lo lejos, se oye el graznido de una gaviota. A medida que la protagonista entra al mar se empieza a escuchar el sonido de una tuba que alterna dos notas musicales…
Por sí sola la imagen nos daría placer e, incluso, envidia. Todos quisiéramos ser esa pareja que, sin preocupaciones, disfruta de esa tarde de mar. Pero si le agregamos el sonido, la cosa cambia. La sensación de relax se transforma súbitamente en la expectación ante un peligro inminente.
Aquí otro ejemplo…
Por supuesto que esto no es exclusivo de la obra de John Williams, cualquier compositor de bandas sonoras para cine tiene esa pretensión. No obstante, lo que hace diferente al músico estadounidense es la maestría con la que cada golpe orquestal se transforma en sentimiento, se refleja en pantalla, se vuelve memorable, inolvidable.
Como testimonio de lo que hablamos quedan las 52 nominaciones a los Oscars, galardón que ganó en cinco ocasiones. Sus cuatro Globos de Oro, siete premios BAFTA y veintitrés Grammy. Y por si esto fuera poco, en 2005 la banda sonora compuesta por Williams para la saga Star Wars fue seleccionada por el American Film Institute como la obra musical más grande de la historia del cine.
En nuestra memoria quedan las composiciones que identifican a Indiana Jones, La lista de Schindler, El violinista en el tejado, E.T., Solo en casa, El imperio del Sol, Harry Potter, Jurasic Park, entre otras.
Ahora que SONOGRAMAS termina su primera temporada, era imperdonable no acabar con el legado de un maestro del cine, cuya firma, que es sinónimo de su obra, está escrita con ribetes dorados en la historia del séptimo arte.
Volveremos, mientras tanto los dejamos así, con la huella de John Williams…