Por: Yaima Puig Meneses
A Guantánamo regresó el pasado lunes el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez: es la cuarta ocasión en que visita la provincia más oriental de Cuba, desde que el pasado 20 de octubre el huracán Oscar provocó afectaciones considerables en varias zonas de ese territorio.
El Jefe de Estado volvió esta vez a San Antonio del Sur, uno de los municipios que más daños sufrió por los impactos del fenómeno meteorológico, y donde había estado ya a pocas horas del del azote del ciclón.
En el puente de Acopio, en el tramo de la carretera central que conduce a Imías, Maisí y Baracoa, colapsado por la fuerza de las inundaciones que dejó Oscar a su paso, el mandatario reconoció que se “trabajó en tiempo récord, rápido y bien”. Como parte de su recorrido, Díaz-Canel pudo constatar cuánto se ha avanzado en las labores de recuperación y también cuánto falta por hacer todavía; se reunió con autoridades del Partido y del Gobierno, y dialogó con el pueblo de este territorio del sureste guantanamero.
Como parte del sistema de trabajo de visita a los municipios, el Presidente cubano hizo coincidir su presencia en el oriente del país con recorridos por Guisa, en la provincia de Granma, y las ciudades cabeceras de Guantánamo, Holguín y Santiago de Cuba. En esta última, rindió homenaje a Fidel, en la roca que atesora sus cenizas, en el cementerio de Santa Ifigenia, y también ofreció su tributo a los Padres fundadores de la nación.
Y justamente el pensamiento y la obra de Fidel fueron evocados la última semana, al recordar que el 31 de diciembre de 1989, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz inauguró la Escuela “Solidaridad con Panamá”, una institución que nació bajo la certeza de que sería siempre una obra de infinito amor.
Hasta esa casa grande y querida, situada en el municipio habanero de Boyeros, donde reciben atención especial niños con limitaciones físico-motoras, llegaron en la noche del pasado miércoles el líder de la Revolución cubana, General de Ejército Raúl Castro Ruz, y el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para celebrar los 35 años de ese emblemático centro de la Educación en Cuba.
DIÁLOGOS QUE SUMAN A LA NACIÓN
Los últimos “Siete días en la Agenda de Gobierno” estuvieron marcados por la ocurrencia de dos encuentros de gran importancia para la nación.
Hasta el Palacio de la Revolución llegó durante la pasada semana cerca de medio centenar de realizadores, productores, teóricos, promotores y otros artistas e intelectuales vinculados al Séptimo Arte que provenientes de diferentes partes del mundo, incluida Cuba, participaban en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
Con ellos conversó el Jefe de Estado cubano, quien les agradeció por su presencia en el prestigioso evento, que tiene lugar cada año en La Habana, desde 1979. De manera especial, Díaz-Canel reconoció a la dirección y los trabajadores del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC), por su capacidad de organizar la cita, en medio de las difíciles condiciones por las que atraviesa la nación.
La 45 Edición del Festival ha mantenido “la ilusión, la esperanza, y sobre todo ha ratificado la convicción de que siempre vamos a tener festival de cine latinoamericano”, significó el Presidente de la República.
También en el Palacio de la Revolución el mandatario cubano dio la bienvenida a una representación de los invitados de 18 países que asistieron a la Conferencia Internacional Cuba 2024 Decenio de los Afrodescendientes, que tuvo como escenario a La Habana.
A ellos afirmó: “Un encuentro como este nos fortalece; ustedes han estado agradeciendo a Cuba, pero nosotros le tenemos que agradecer mucho a ustedes, porque nos han dado mucha energía con su participación”.
ENCUENTROS PARA FORTALECER ALIANZAS
En diálogo con el coronel general He Weidong, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China y vicepresidente de la Comisión Militar Central de ese país, el Presidente Díaz-Canel catalogó de “extraordinaria y especial” la ayuda que ha recibido Cuba desde la nación asiática, con la cual, aseguró, compartimos los “deseos de estrechar nuestra cooperación, de trabajar por el beneficio mutuo de nuestras naciones”.
Con su visita, aseveró a su interlocutor, también “estamos fortaleciendo las relaciones para la defensa de nuestros países y las relaciones entre nuestras fuerzas armadas”.
Y como expresión inequívoca de los sólidos nexos entre la isla caribeña y el gigante asiático, el Líder de la Revolución cubana, General de Ejército Raúl Castro Ruz, recibió también al Coronel General He Weidong, en un encuentro marcado por la cordialidad, donde se constató el excelente estado de las relaciones entre ambos pueblos, partidos, gobiernos y fuerzas armadas.
Igualmente durante la semana que finalizó, el miembro del Buró Político y vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, dialogó con en el Palacio de la Revolución con Robert Dussey, ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación e Integración Africana de la República de Togo.
El vicepresidente cubano resaltó las relaciones de amistad y solidaridad que han unido por 45 años a Cuba con esa nación africana, y significó la importancia de la tercera visita del Jefe de la diplomacia togolesa a la Mayor de las Antillas.
AGENDA DIVERSA Y FORTALECIDA
En el ámbito nacional, la agenda de gobierno mantuvo su habitual intensidad. El miembro de Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, participó en el Consejo Provincial de La Habana, que analizó los resultados de la implementación de las acciones para corregir distorsiones y reimpulsar la economía, y además fue el escenario para que la gobernadora Yanet Hernández Pérez, rindiera cuentas de su gestión en el 2024.
Durante la jornada, Marrero Cruz repasó las principales problemáticas capitalinas, en especial las referidas al trabajo con los cuadros y el completamiento de las plantillas, muy deprimidas en los últimos tiempos.
Precisamente la marcha de las proyecciones del Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía fue uno de los principales temas debatidos a finales de la pasada semana por el IX Pleno del Comité Central del Partido, porque a la organización no le es ajeno ninguno de los temas que define la cotidianidad del país.
Durante las dos intensas jornadas de debate, los miembros del Comité Central analizaron, además, entre otros temas, los proyectos del Plan de la Economía y Presupuesto del Estado para 2025; la atención a los actores económicos estatales y no estatales, así como las acciones frente a las desviaciones y tendencias negativas en la sociedad cubana actual.
A los desafíos económicos, políticos y sociales que enfrenta Cuba, en medio de circunstancias difíciles en todos los ámbitos de la realidad nacional, y de un complejo contexto internacional, se refirió en su discurso de clausura el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
La guerra económica y el recrudecido bloqueo impuesto por el Gobierno de Estados Unidos, la tensa situación internacional, las propias insuficiencias del país y las luchas cotidianas para superar las adversidades guiaron las palabras del mandatario cubano, quien reconoció al heroísmo de nuestro pueblo como fuente inagotable de fuerza y sabiduría.
Tras concluir las sesiones de trabajo del IX Pleno el Presidente Díaz-Canel viajó a la República Bolivariana de Venezuela, donde participó en la XXIV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
La Cumbre, que tuvo como lema“Un abrazo que marcó el rumbo de nuestra historia”, rindió homenaje al vigésimo aniversario de la fundación de ese mecanismo de integración, creado por los comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías. El encuentro también conmemoró una fecha trascendental para la independencia de la región: el bicentenario de la Batalla de Ayacucho.
Con una representación de los más de 14 mil colaboradores cubanos que brindan servicios en esa hermana nación inició el mandatario cubano su agenda de trabajo en la tierra de Bolívar. Son ellos quienes dan vida a los más hermosos proyectos de amor y solidaridad soñados por Fidel y Chávez para forjar y alimentar el ALBA-TCP, “hito en la batalla por la unidad de Nuestra América y en defensa de la justicia social, por un mundo mejor posible que todos anhelamos”.
Escuche y descargue la versión radial de Angélica Paredes López.