El noveno mes del año es uno de los más lluviosos de la temporada ciclónica en Cuba, que concluye en noviembre próximo en la cuenca del Atlántico, el mar Caribe y el golfo de México.
La influencia del anticiclón del Atlántico disminuye considerablemente respecto a julio y agosto pasados, lo que, unido al paso frecuente de las ondas y las bajas tropicales, propicia el incremento de las precipitaciones, indicaron especialistas del Centro del Clima en su más reciente evaluación sobre el particular.
Advirtieron que la frecuencia de formación de ciclones tropicales también se incrementa durante esos 30 días sobre el país en comparación con sus antecesores, aunque su periodicidad es inferior a octubre.
Señalaron la influencia desde comienzos de junio último del nuevo evento El Niño – Oscilación del Sur (ENOS), que constituye un proceso de sobrecalentamiento del mar en el océano Pacífico central y oriental, al cual se ajusta la circulación atmosférica y refuerza el comportamiento del clima en la región, al igual que en Cuba.
Calificaron de habitual el hecho de que el ENOS propicia déficit de las precipitaciones entre septiembre y octubre, y en las temperaturas por encima de sus valores medios históricos.
Sin embargo, enfatizaron en que también influye en la temporada ciclónica del océano Atlántico, disminuye la frecuencia de formación de huracanes y la magnitud de su impacto depende en gran medida de la intensidad por alcanzar.
De acuerdo con sus modelos consultados, las lluvias en occidente deben ser de 186,8 milímetros, en el centro 175,4 y en oriente 127,9, mientras que la temperatura será de 31,8-32,6 grados Celsius, 32,1-32,7 y 32,5-32,9, respectivamente.
(Fuente: ACN)