Sembremos en el huerto

Sembremos en el huerto

Cada día crece en las ciudades el interés por crear huertos en los patios de las casas e instituciones porque es una manera de tener a mano productos de la agricultura altamente valorados sobre todo verduras que enriquecen la alimentación y propician una mejor salud.

Es un hábito que trae consigo otros beneficios. La evidencia científica respalda cada vez más la idea de que interactuar con plantas puede tener efectos positivos tanto en la salud mental como física.

El laboreo en el huerto es una actividad terapéutica que permite pasar más tiempo al aire libre y sin prisas, además de una forma práctica e indispensable para cubrir y satisfacer necesidades alimentarias en la familia.

Estudios demuestran que rodearse de vegetación reduce el estrés, disminuye la ansiedad y mejora el estado de ánimo. Esto es muy beneficioso especialmente para quienes luchan con alguna enfermedad.

Además, tener plantas en espacios interiores contribuye a la limpieza del aire, eliminando toxinas y liberando oxígeno, lo que es beneficioso para aquellas personas que padecen alergias o problemas respiratorios crónicos.

Otras de las ventajas son generar buena convivencia, comunidades solidarias y resilientes. El huerto permite desarrollar labores de forma colaborativa, lo que genera un ambiente ameno de diálogo y convivencia. Además, intercambiar semillas y alimentos con otras familias fortalece vínculos afectivos que van tejiendo comunidades sustentables.

Expertos afirman que en el mes de febrero se pueden preparar semilleros de lechuga, cebolla, remolacha, acelga, espinaca, apio, col y repollo,  entre otros. En un mes y medio aproximadamente, podremos trasplantarlas al exterior .

El berro de jardín está listo para la cosecha en: 20-25 días. Este es definitivamente el campeón de las verduras de rápido crecimiento mientras que se debe sembrar también en febrero el pepino, el perejil y el tomate.

Tanto las espinacas como las coles y el brócoli son relativamente fáciles de plantar en casa. En el caso de las espinacas, se pueden cultivar en pequeños huertos, separadas por unos 30 centímetros de distancia entre sí, o esparciendo las semillas en maceteros.

Se trata de un vegetal que todos aprecian tener ya que es una verdura excepcional .Su alto contenido en fibra nos hace mejorar el tránsito intestinal incluso protege el estómago evitando la úlcera gástrica. Además es rica en vitamina A, C , B, E y minerales como el hierro, potasio,  magnesio y manganeso.

Especialistas mencionan algunos beneficios de tener este tipo de huerto como son fomentar la conciencia sobre la vida, la diversidad, la responsabilidad de los cuidados de un ser vivo, el amor al medio ambiente y la paciencia.

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