La Habana– Las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular y la XXII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos centraron en Cuba la semana que hoy finaliza.
La sesión final del parlamento en el año también resultó cierre de su IX legislatura, con una cargada agenda con la aprobación de cuatro importantes leyes a tono con la reforma legislativa que vive el país.
También incluyó la aprobación del Plan de la Economía para el 2023, encaminado a lograr mayor efectividad y rapidez en los objetivo de desarrollo; rendiciones de cuentas de organismos y análisis de los problemas más acuciantes de la nación, entre otros temas abordados por los legisladores.
Al rendir cuenta ante el plenario sobre su gestión en la etapa, el presidente Miguel Díaz-Canel expresó de manera autocrítica su insatisfacción por no haberse logrado todos los objetivos propuestos por el Gobierno, en lo cual influyeron tanto la compleja situación internacional y el bloqueo de Estados Unidos, como deficiencias internas que convocó a superar.
En ese sentido, llamó a sacudir la inercia, desterrar el burocratismo, eliminar trabas y superar la autocomplacencia, para avanzar acelerada y sostenidamente en la consolidación del socialismo en Cuba y a trabajar con creatividad y espíritu innovador para impulsar las acciones implementadas en función del desarrollo nacional.
Entre otras proyecciones para el nuevo año, destacó la necesidad de lograr el incremento gradual pero sostenido del ingreso de divisas, que ayuden a resolver el desequilibrio macroeconómico que se expresa en inflación y escasez que afectan la calidad de vida de la población.
Asimismo definió como prioridad para 2023 continuar la atención a comunidades vulnerables, promover los subsidios a personas, con un enfoque no asistencialista, entre otras medidas, para impulsar el desarrollo social.
Como colofón de los tres días de trabajo en plenaria del parlamento, se realizó una sesión extraordinaria para celebrar el aniversario XVIII de la creación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
En sus intervenciones, los altos representantes de los países que integran esa entidad basada en la colaboración y la solidaridad, reiteraron la trascendencia del ALBA-TCP y la importancia de mantener y reforzar sus objetivos fundacionales en favor del desarrollo de los pueblos.
Tras la jornada extraordinaria del parlamento, sesionó la cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP, quienes en la declaración final del encuentro ratificaron su compromiso con el fortalecimiento de ese foro regional, como instrumento de unión entre pueblos, sustentado en los principios de solidaridad.
Igualmente señalaron la necesidad de fortalecer el papel de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños como mecanismo de diálogo y concertación política, y respaldaron los esfuerzos por fomentar la convivencia pacífica entre todos los países del continente, sin excepción, para encontrar soluciones a los grandes problemas hemisféricos.
(Fuente: PL)