Vertientes, Cuba.- Una de las industrias para el secado del arroz más modernas del país, la Unidad Empresarial de Base (UEB), Teófilo Duarte Delgado, está ubicada en la comunidad El Alazán, a poco más de 30 kilómetros de la cabecera de este municipio, en el sur de la provincia de Camagüey.
El director de la UEB, Yoancy González Horta, ofrece detalles sobre el equipamiento tecnológico, «de procedencia brasileña, montado en el año 2018, con capacidad para procesar diariamente 128 toneladas de arroz cáscara húmedo, en dos turnos de trabajo, es decir, 64 toneladas en doce horas. Esta industria es una de las más modernas y mayores inversiones de América Latina, para los granos”.
En esta etapa, el colectivo del secadero de arroz, trabaja en el procesamiento del grano, «y hemos recibido mil 200 toneladas de arroz húmedo, para el balance nacional, o sea, para la canasta básica. La tenemos aquí en los silos de conformación, de refrigeración, y de ariación, donde la materia prima se mantiene lista y conservada para el traslado final a los molinos».
La UEB Teófilo Duarte Delgado, en la zona de El Alazán, en el municipio de Vertientes, es integral, pues no sólo se dedica al secado industrial del arroz, sino que fomenta las producciones cooperadas.
«Contamos con el anexo de una unidad arrocera con mil 50 hectáreas listas para el cultivo del arroz; ya en estos momentos iniciamos la cosecha de 630 hectáreas, con un rendimiento de dos toneladas y media por hectárea; pero debemos aumentar esos resultados y llegar a las tres toneladas por hectárea, que es el objetivo fundamental de nosotros”.
Otros tres colectivos laborales asumen la diversificación de las producciones.
«Tenemos un colectivo ganadero, dedicado a la reproducción y entrega de queso a la industria láctea; también contamos con colectivo laboral de cultivos varios, con 60 hectáreas en el polo viandero Santa Justa, y estamos fomentando casas de cultivo tapado, para llegar a alcanzar un encadenamiento productivo en los próximos meses, con seis casas, donde se va a sembrar ají, del llamado chile habanero, y eso genera divisas para nuestra empresa.
«En todo el desarrollo integral, creamos un centro de elaboración, que permite contribuir a la alimentación de los trabajadores y del pueblo, con el objetivo de bajar los precios que tanto afectan a la población hoy. Apoyamos a los bateyes, las granjas y las comunidades aledañas a nuestra entidad.
«Y ahí se elaboran galletas, pan, gaceñiga, piquinini; y en el caso de los dulces, se mezcla la harina de arroz con la harina de trigo”.
Si de innovación y ahorro se trata, los trabajadores de la UEB, tienen también buenas experiencias, con aportes significativos en el proceso industrial.
«Fuimos la primera industria en la que se implementó el horno de cascarilla para secar la materia prima, es decir, utilizamos la cáscara en el proceso de combustión, y se sustituye el diésel. En un turno de doce horas, cuando se secan 64 toneladas, ahorramos unos mil 50 litros del combustible tradicional con el uso de tres toneladas de cascarilla.
«A pesar de que radicamos en una zona rural, muy apartada, contribuimos al cuidado del medio ambiente; y están instalados, recolectores de humo, porque esos residuos pueden ser tóxicos; pero tenemos un desvío, caen en un decantador, y ese humo se recicla en el agua y no impacta directamente al ambiente”.
La cascarilla del arroz también se utiliza para la fabricación de pienso criollo, «en una pequeña planta la procesamos con los residuos de pescado, pues tenemos una brigada dedicada a la pesca; y así logramos alimento para el consumo animal; y también se le vende a la población, para la cría”. El colectivo del secadero de arroz de la zona de El Alazán, en el sur del municipio de Vertientes, es ejemplo de lo que puede hacer la Empresa Estatal Socialista. Esa es otra de las excepciones que hay que convertir en regla y multiplicarla en Camagüey y en el país.
Escuche además la versión sonora de este reporte…