Cualquier alimento que incluya cereales, carnes o verduras sasonados al gusto del consumidor al que se le añade además la sal adecuada resulta delicioso al paladar del más exigente.
Lo anterior está correcto. La sal ayuda a potenciar el sabor de los alimentos y, además, aporta propiedades esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.

Además estimula el apetito, mantiene equilibrado el nivel de líquidos, favorece el sistema nervioso pero aumenta la presión arterial y provoca sobrepeso.
No obstante existen personas que la usan de forma desmedida, es decir, a la hora de comer agregan más al plato porque el paladar se adapta cada vez más a lo salado lo cual resulta dañino para la salud .
La Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal 2025, que se celebra este año en el mes de marzo busca concienciar a la población sobre los riesgos del consumo excesivo de sodio y fomentar estrategias para reducir su ingesta.

El exceso de sal en la dieta se ha relacionado con el cáncer de estómago, empeoramiento de asma, osteoporosis (huesos debilitados), cálculos renales, insuficiencia renal y con la obesidad.
El consumo excesivo del preciado producto se torna una adicción difícil de erradicar. Por muchos consejos que se les den a esos altos consumidores están sordos ante el peligro que corren.
No obstante los especialistas recomiendan disminuir el consumo de alimentos procesados, especialmente los quesos, la repostería y las carnes frías, así como la comida rápida. También reducir la cantidad de sal que se añade a los alimentos, preferir los naturales, sin conservadores y revisar las etiquetas de los productos para ver si los tienen.

Una de las formas de sustituir la sal para cocinar es usar la pimienta, el ajo que siempre ha sido considerado una joya para la salud, la cebolla, la albahaca, el orégano, el azafrán, el comino y el pimenton, entre otros.
Existen además muchas hierbas y especias que pueden ayudar a darle variados y deliciosos sabores a las preparaciones sin necesitar mucha sal para ello, como lo son: la mostaza: existe en varias concentraciones de suave a picante, se puede usar en frío o en caliente, Azafrán: para arroces y pescados. Culantro: carnes, ensaladas, sopas y guacamole, clavo, funciona para resaltar el sabor de platos insípidos y curry, entre otros.,
Jengibre: galletas, pastas, pescado, arroz, carnes, legumbres, infusiones, laurel: salsas, caldo pescado, verduras, carnes, estofados, tomates, legumbres y sopas, menta: sabroso para salsas de yogur.orégano y albahaca: ensaladas, pasta, salsas, pestos y pizzas,perejil: sopas, adobos, caldo de pescado, y huevos, pimientos: para adobos, guisos, estofados, sopas y salsas, romero y tomillo: salmón y pollo, salvia: pasta, carne y pescados, sésamo: panes, galletas, ensaladas y vegetales y Tomillo: para preparar pollo, estofados, tomate y galletas.

La sal se utiliza desde hace siglos, siendo uno de los condimentos más antiguos conocido. En la prehistoria, tanto personas como animales, lamían las rocas por su sabor salado y beneficios. Más recientemente, los primeros datos que se tienen del uso de la sal se remontan a la China del año 2670 antes de Cristo. En la época faraónica de Egipto, se usaba para preservar las momias.