Rendir cuenta representa transparentar cualquier gestión administrativa, presentar lo que se ha hecho, sus resultados, y someterlos al escrutinio público. A nuestro juicio es uno de los más efectivos métodos de control colectivo porque desde las opiniones diversas emerge la mejor evaluación posible.
Es una práctica, sin embargo, que no siempre se realiza con el rigor que lleva y, en ocasiones, ni se realiza. Por eso en los recientes encuentros de la máxima dirección del país para intercambiar sobre qué más se puede alcanzar en las Estrategias de Desarrollo Económico y Social, Política e Ideológica en las provincias, el tema de la necesidad de las rendiciones de cuenta de los cuadros a todos los niveles, ha sido un punto común en la agenda de trabajo.
No se trata solo de rendir cuenta sino además, de cómo se hace y prepara, para que este ejercicio tenga la efectividad que requiere, y los colectivos de trabajadores, también en los núcleos del Partido se pueda mantener un control y fiscalización del actuar de esa persona que ha sido designada para ocupar una responsabilidad y cómo la ejerce.
Precisamente es parte de uno de los pilares del Gobierno cuando se habla de la Comunicación Social como arma de gestión administrativa. Si se alcanza una buena rendición de cuenta es como si estuviéramos perfeccionando y consolidando el actuar de una entidad, empresa o unidad presupuestada y estaríamos dándole seguimiento a cómo la persona que rinde cuenta mantiene las cualidades o aptitudes que lo hicieron merecedor de conducir los procesos en una determinada entidad, también el espacio para sugerir ideas o enrumbar lo que no se está haciendo correctamente hacia senderos de mayor eficiencia y resultados. Es como un libro abierto donde todos tenemos la posibilidad de leer y sacar conclusiones, además de aportar.
Ahora bien, las rendiciones de cuenta no pueden convertirse en monólogos donde solamente el cuadro hable y exponga cómo considera que ha realizado su actividad, debe existir una preparación anterior que indague y sea contrapartida para permitir el intercambio y profundizar sobre lo asuntos que interesan a los colectivos laborales para propiciar de la gestión administrativa en cada lugar un proceso de amplia socialización.
Es lo más constructivo y democrático cuando se trata de hacer estremecer y transformar el actuar de la gestión del Gobierno a cada nivel para hacer realidad también lo expresado en estas primeras reuniones en el centro del país cuando se afirma que ¨el pueblo lo que espera son soluciones¨.
Son parte de nuestras fortalezas en medio de una batalla económica y social, y política e ideológica, donde avanzar nos llevará a la certidumbre para continuar ratificando que el proyecto social Socialista es el camino más viable para alcanzar la prosperidad que necesitamos.