El 26 de julio de 1953 se responsabiliza a Miguel Renato Guitart con la escuadra de vanguardia quien tuvo a su cargo la toma de la posta tres del cuartel Moncada en Santiago de Cuba para permitir el paso del contingente dirigido por Fidel.
Ese objetivo se cumplió, pero factores fortuitos hacen fracasar el resto del plan y, en el combate que se entabla, Renato es uno de los pocos revolucionarios que cae mortalmente herido dentro del cuartel.
Poseía una familia de buena posición económica ,además, de un buen empleo. Todo le parecía poco para ponerlo a disposición de la causa revolucionaria; cuentan quienes fueron sus amigos y lo conocieron de cerca, que a los 18 años de edad comenzó a trabajar en la contabilidad de la oficina de su padre.
Por esta actividad percibía 720 pesos al año, una fortuna en aquellos momentos, que el país padecía tanta pobreza, más el 25 por ciento de las ganancias por ventas personales que efectuara.
Llegó a tener automóvil propio y llevar una satisfactoria vida deportiva y social. Al ocurrir el golpe del 10 de marzo de 1952 se presentó con centenares de personas en el cuartel Moncada para oponerse a la nueva dictadura, y desde entonces estuvo acercándose a cuantos suponía dispuestos a luchar con las armas al régimen.
Nació Guitart el dos de noviembre de 1930 en Santiago de Cuba. Hijo de padre agente comisionista de empresas extranjeras de productos alimenticios y consignatario de barcos, Renato trabajó en esas mismas actividades.
Cursó la enseñanza primaria completa, dos veces se propuso hacerse Contador Privado en la Escuela Profesional de Comercio de Santiago de Cuba, pero desistió, sin embargo, y completó dos años de comercio en la Escuela La Progresiva, de Cárdenas..
Se incorpora la organización Acción Libertadora como uno de sus dirigentes y responsable de relaciones exteriores del ejecutivo provincial de Oriente. Aportó recursos económicos, participó en el adiestramiento militar y en la preparación de sabotajes, y elaboró un proyecto de importación de armas, razón por la adquirió un pequeño yate y realizó un viaje por Centroamérica.
Ya como asociado a su padre, sus ingresos económicos puede considerarse que superaban los tres mil pesos anualmente. En enero de 1953, cuando va a La Habana durante la agonía del estudiante Rubén Batista, Miret y Léster Rodríguez le presentan a Fidel Castro, momento que sería trascendental en su vida.
Tres meses después, al fracasar en abril el asalto al campamento de Columbia y Fidel decide ejecutar un plan propio de alzamiento insurreccional, llama a Renato y éste se le incorpora, ocupa un lugar en la dirección militar del movimiento junto con Miret y José Luis Tassende, y recibe la importante encomienda de hacerse cargo de todos los preparativos que facilitarán el éxito de las operaciones en Santiago de Cuba y Bayamo.
Sería la única persona residente en Oriente que tendría conocimiento del proyecto. Con la mayor secritud dedica por completo su vida a esa encomienda, agota su cuenta bancaria personal, cinco mil pesos, y solicita al padre anticipo sobre utilidades futuras , así como, cobertura a cheques sobregirados emitidos desde la Habana por cerca de otros cuatro mil pesos, dinero que –aparte del dedicado a cubrir los sobregiros- emplea en la adquisición de armas y parque.
Utiliza las finanzas también en el arrendamiento de varias casas y su acondicionamiento, así como, el pago de reservaciones de hoteles y casas de huéspedes en Santiago de Cuba, y una vieja posada en Bayamo, en tanto enfrenta los gastos de la preparación y dotación con un mínimo de facilidades de lo que habría de ser el cuartel general de los combatientes, Villa Blanca, una granjita en la carretera hacia la playa de Siboney.
El asalto al Cuartel Moncada fue una victoria política, y dio a conocer al pueblo cubano la existencia de Fidel y el grupo de combatientes dispuestos a darlo todo por la libertad de Cuba.