Prosiguiendo por la historia de grandes de la actuación en Cuba de la mano del investigador Oscar Luis López, Marcelo Agudo fue otro profesional de las tablas que puso su nombre en la historia del teatro en Cuba.
Marcelo fue hijo de un sastre que aprendió el oficio por tradición familiar.
Le gustó el teatro y comenzó a hacer incursiones por las tablas, hasta que dejó la sastrería para hacerse actor profesional.
Tras sus primeras apariciones en escena, se convirtió en un verdadero caballero del escenario. Hombre culto, gran lector y elegante, llevó su pasión por el teatro hasta la misma vida real, pues solía hablar y moverse como un personaje teatral.
En las inflexiones de su voz había siempre la correcta impostación del actor. Se dice que en sus gestos, recordaba siempre al Don Juan de Zorrilla, aunque no vistiera de capa y espada.
Fue el clásico artista del romanticismo, que llevaba ese aire novelesco sin pedantería, y un amigo correcto, que se ganó la simpatía inmediata de cuantos le trataban.
Al surgir la radio, Marcelo Agudo fue de los primeros que se entusiasmaron con las posibilidades de expresión del novedoso medio.
Y es así que después de aisladas presentaciones, en abril de 1935 se asocia a Félix O’Shea, un publicista apasionado de la radio para vincularse a la recién fundada Hora Múltiple, con una audición dominical de comedias identificada como Radiodifusión O’Schea.
Sin duda alguna, el actor Marcelo Agudo fue otro de los destacados en los más de 100 años de la radio en Cuba.