El lanzamiento, en 1957, del primer Sputnik por la URSS fue motivo para la creación radial.
Escritores como Armando Couto aprovecharon los adelantos de la ciencia cósmica para crear episodios dramatizados con títulos sugestivos como El misterio del planeta verde, Los ladrones de Uranio y El tirano del espacio.
Armando Couto escribió para CMQ radio la serie Luis Dragón, conquistador del espacio, que fuera protagonizado por Enrique Santisteban. El tema se desarrolló en los espacios cósmicos.
En la propaganda de aquellos espacios, se hacía hincapié en los novedosos efectos electrónicos que ambientaban al programa. Por primera vez el sonido auténtico del Sputnik se escuchó en un programa de radio.
Tan pronto salió al aire esta serie dedicada al espacio extraterrestre, se invitó a los oyentes para que escribieran, y a través de cartas se les hizo llegar un distintivo con la nave interplanetaria de Luis Dragón.
Este detalle, acompañado de la música electrónica, fue un poderoso detalle para que el espectáculo tuviera patrocinador y más tarde se vendiera, a los Estados Unidos a Centro y Sur América.
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