Cuenta el historiador de la radio, Oscar Luis López, que aunque la muerte sorprendió a la actriz María Valero finalizado el capítulo 199, instante en que se inicia prácticamente el nudo de la trama, surge otra circunstancia provocada por el actor que interpreta el don Rafael del Junco (José Goula) al quedar sin voz su personaje en la trama.
El actor aprovechó esa situación para exigir aumento salarial, de lo contrario, no continuaría trabajando.
Sustituirlo en ese momento dentro del desarrollo de la novela crearía cierto desconcierto en la audiencia, se determinó alargar la situación hasta tanto se resolviera su problema.
Lo cierto es que don Rafael del Junco estuvo desde el capítulo 197 hasta el 272 sin hablar. ¡qué bárbaro!
Esta situación, que los oyentes desconocían y que se convirtió en gran expectación en la medida en que pasaban los días, Caignet la explotó hasta la saciedad.
La muerte de la actriz María Valero produjo una de las más grandes demostraciones de duelo popular que recuerda nuestro país.
De ella escribió el poeta y dramaturgo Luis Amado Blanco: “Pasarán años y más años, pero su voz, que tanto les hizo estremecerse, tendrá un suave y romántico eco en sus oídos. Y alguna adolescente de hoy, dirá ya abuela, el día de mañana: Lo que queráis. Pero como aquella Mana Valero que se fue una noche tras la cola misteriosa de un cometa, yo no he oído ninguna”.
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