La radio cubana registra en su historia la euforia popular tras la huida de Fulgencio Batista y el triunfo revolucionario del 1ro de enero de 1959.
Difundida la noticia el pueblo se lanzó a las calles con una emoción incontenible. Los grupos del Movimiento 26 de Julio, que tenían una organización clandestina en la Habana, ocupan las emisoras de radio, para evitar desórdenes y asaltos.
Una consigna es emitida constantemente por la radio: ¡Revolución, sí! ¡Golpe militar, no! ¡Huelga general! ¡No tocar un solo establecimiento, ni asaltar una sola casa; el pueblo debe confiar en la justicia revolucionaria!
Respondiendo al llamamiento del Movimiento 26 de Julio por la radio y la televisión, el pueblo de Cuba da un magnífico ejemplo de disciplina. Los magnates de la radio callan y observan: 1959 ha empezado con grandes cambios. El sector radial tenía motivos para estar contento. Mujeres y hombres sufrieron la dura época de lucha.
Algunos habían subido a la lucha en la Sierra; otros, fueron dirigentes clandestinos del Movimiento 26 de Julio.
Dos veces se paralizó la programación radial como apoyo a la huelga revolucionaria que, aunque no llegara a ser completa, estremecieron por varias horas la conciencia nacional.
Incluso, en los días previos al triunfo revolucionario, hubo un domingo que la dictadura batistiana se vio obligada a cubrir con películas de largo metraje toda la programación nocturna de la televisión.
También muchas personas que fueron testigos de aquellos días, recuerdan que, en otra ocasión, gran parte de una mañana estuvo sin programas de radio.