Cuenta La historia de la radio en Cuba que durante el primer gobierno de Fulgencio Batista, existió una emisora llamada CMZ. Hubo un teniente llamado Alberto Bolet, que era músico de la banda del ejército, que le sugirió a Batista la instalación de una emisora de radio que se dedicara preferentemente, a elevar la cultura de las tropas.
La emisora CMZ pasó después al Ministerio de Educación y esto la sitúa dentro de las emisoras no comerciales.
En esa emisora se desarrolló talento nuevo, y sirvió de base de entrenamiento para buenos autores y artistas, los que más tarde ocuparon importantes posiciones en las emisoras comerciales.
Un ejemplo de es el caso del recordado actor Enrique Santiesteban que, de músico y cantante, se desarrolló como actor radial en la emisora CMZ, después de haberse iniciado en otra emisora como locutor.
La emisora CMZ se distinguió por difundir buena música sinfónica y programas hablados sobre temas de literatura y arte.
Charlas, biografías dialogadas y dramatizaciones históricas elevaron el nivel de aquella emisora.
Pero, aunque el director de CMZ no dejó de hacer un esfuerzo sincero por la radiodifusión, sus buenas intenciones se vieron limitadas por dos obstáculos: uno la falta de recursos, por presupuestos muy bajos; y el otro, el vestir de militar en aquellos años no era, precisamente, una presencia adecuada para emprender empeños culturales.
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