Uno de los momentos más trágicos que registra la historia de la radio en Cuba, es el que relata en su libro el investigador Oscar Luis López en su libro cuando cuenta, como testigo presencial del suceso, el asalto de la policía a la emisora Mil Diez de la calle Reina pocos días antes del primero de mayo de 1948.
Oscar Luis recordó cómo las perseguidoras bloquearon el acceso a la entrada de la emisora.
Según su relato, no eran más de cinco personas las que se encontraban en la emisora en el momento del asalto de la policía. En medio del susto y la confusión, Oscar se asoma al balcón de la emisora que daba a la calle Reina y aquello parecía que iban a tomar La Bastilla, según relata.
Había policías por todos lados, poco antes se había mandado a cerrar la reja que estaba a mitad de la escalera, pero la policía se empañó en derribarla con golpes y empujones.
Finalmente, lograron derribarla; acto seguido subieron unos 30 policías al mando del comandante Antonio Borges, por entonces, jefe del Primer Distrito, quien entró en la cabina del central de la emisora y arrancó violentamente cables de los paneles y destruyó muebles mientras sostenía una la pistola en su mano… ¡vaya susto!
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