Volver al escenario de los Juegos Panamericanos en esta versión de Santiago de Chile, será una tarea difícil para intentar mantenernos entre los primeros del medallero.
Sin embargo, que en medio de la compleja situación del país, un grupo importante de deportistas cubanos esté presente en esta cita, ya puede considerarse un triunfo.
No son palabras sencillas, porque el deporte contemporáneo lleva consigo un gran ¨mochila¨ donde ciencia, inversión, competencias al más alto nivel y condiciones cada vez más modernas para el entrenamiento son parte de los resultados al más alto nivel.
El caso cubano es muy diferente, diría que si hemos llegado hasta aquí, es gracias al estoicismo de los propios atletas, sus entrenadores, el acompañamiento también de las ciencias del deporte con las herramientas que disponen y sobre todo por la voluntad gubernamental para mantener una de las principales conquistas de la Revolución.
El máximo organismo deportivo cubano, el INDER, ha dado su vaticinio acerca de cuáles podrían ser las posibilidades de nuestros deportistas en Santiago de Chile, atendiendo a los rankings continentales y a las particulares condiciones en que se ha desarrollado la ruta crítica de nuestros atletas.
Lo que sí podría afirmarse es que con los deportistas cubanos habrá que pelear duro en cada especialidad, porque corazón y coraje no faltan, y sabemos que en la alta competición salen como leones y leonas y para vencerlos el contrario tiene que poner todo de sí.
Cada medalla alcanzada en Santiago de Chile será una proeza, porque significará haber vencido obstáculos marcados por carencias de implementos, competiciones y condiciones de entrenamiento y logística que múltiples naciones de esta área sí poseen, a lo que se suma el aporte de técnicos de otros países incluido la presencia de cubanos.
Otro punto a favor es que, con un esfuerzo inmenso, se disfrutará de la actuación cubana en el certamen, un verdadero lujo del que no pueden disfrutar muchos países con mayor desarrollo que el nuestro.
Saber que cada actuación deportiva cubana será contemplada por millones de espectadores, resulta otra razón para crecerse en las competencias. Quizás el resultado final no sea comparable en el orden de las medallas a otros certámenes similares, pero cada lauro ganado tendrá no solo el sabor de la victoria, sino el de haberlo alcanzado con voluntad, estoicismo y coraje frente a las dificultades.