El proyecto Cimarrón es una iniciativa innovadora que busca transformar la comunidad de El Vedado a través de la cultura.
Situado en Calle 19, esquina 14, tiene como objetivo ofrecer un espacio en el que personas de todas las edades pueden aprender a bailar, deleitarse con la música y participar en talleres creativos.
Fue fundado en marzo de 2022 por el Licenciado en Lengua Inglesa, Alexis Hernández Manrique, quien también es proveniente de una familia de artistas.
Educar mediante el arte para mí es una herramienta muy útil y muy efectiva. La idea es motivar, sobre todo crear el acceso, que las personas tengan acceso a la cultura que son ellos mismos. Entonces es como crear un acceso a uno mismo, un descubrimiento a nivel personal, sensorial, intelectual, en todas las esferas, para mí.
Entre las actividades más populares sobresalen las clases de rumba, biodanza, afrobeat, salsa, yoga y capoeira.
La coordinadora del proyecto, Dayana Sánchez Herrera, brindó detalles acerca de los demás eventos que realizan.
Los sábados, a pesar de que no se dan clases, funciona con eventos, en este caso son más tradicionales como el evento de la Clave, que son cada segundo sábado del mes, y el tercer sábado sería el ejemplo, el evento para El Toque, con música en vivo de yoruba, donde se baila, se hace conferencia, y se explica en específico ese día de un orisha. Queremos hacer el rincón de la guitarra, donde pueden venir varios guitarristas, sean profesionales o no, y relacionarse y hacer algo bonito. En conclusión, siempre tratamos de fusionar todo tipo de géneros de música, pero manteniendo lo que es la parte también más cultural cubana.
Gracias a la capoeira los participantes aprenden a moverse con gracia y agilidad, mientras desarrollan habilidades de defensa personal, fortalecen su cuerpo y su mente. Esa práctica también fomenta la solidaridad y el trabajo en equipo, creando un sentido de colectivismo y pertenencia.
Muchos de los jóvenes nunca habían recibido clases de baile, por lo que en ese espacio de tiempo se divierten y aprenden el arte del movimiento.
Me gusta la capoeira porque hago nuevos amigos, aprendo defensa personal, estoy en un deporte, bajé de peso. También que nos dieron un uniforme, así que tenemos más ropa y va a durar.
A mí me gusta la capoeira porque aquí aprendemos cosas nuevas, aprendemos defensas y gracias a la capoeira hoy estoy en un deporte que me gusta, tengo mi pullover, mi cuenta y mi pantalón.
Soy padre y tengo el orgullo del niño más pequeño del proyecto, con cinco años, está en preescolar. Comenzó desde los cuatro años. La experiencia ha sido muy maravillosa. Partiendo de que, a la vez de que se preparan físicamente, también reciben muy buena educación. El profesor en esa parte es muy exigente y creo que así debe continuar.
Hola, mi nombre es Dayana, soy de Colombia y me enteré del proyecto a través de las redes sociales, del Instagram y por una compañera que vive acá cerca y me gusta, me motiva mucho por los profesores, el equipo, los compañeros, todo lo que estamos aprendiendo para salir a los bares y ya luego saber cómo se baila la salsa a pasillo.
Me enteré del proyecto porque vivo cerca. Llevo poco tiempo viviendo en La Habana y entonces me pareció súper interesante. No sabía bailar salsa. Desde que empecé en el grupo me encanta. Y he aprendido muchísimo. Así que bueno yo incito a todas las personas que pasen y vean, que se unan al grupo de nosotros, a nuestro proyecto que está súper bueno. Nos encantan los profes, nos encanta el ambiente, la energía. Todo excelente.
La energía es increíble ahí. Hay veces que vengo cansada y digo: “voy porque me voy a sentir mejor”. Es verdad que los profes motivan mucho realmente. No sabía bailar salsa tampoco, vine al básico por eso, sigo siendo un desastre pero igual me siento mejor, que eso es lo que cuenta.
Pienso que Cimarrón puede unir las personas de todo el mundo, de Estados Unidos, de Rusia, de Suiza, bailamos en conjunto como una familia y por eso pienso que hace un gran trabajo. No solo enseña los bailes, como bailar. También une todo el mundo, las personas de todo el mundo.
El creador del proyecto, Alexis Hernández, conversó sobre la importancia que tienen estas iniciativas.
Nosotros somos instituyentes, no institucionales y entonces ahora eso se está abriendo un poco más, que los proyectos comunitarios tengan un protagonismo, porque lo son, ya son protagonistas pero que se vea ese protagonismo, digamos, visualizarlo, empoderarlos, para que no se vea como algo, como un hobby, sino como una necesidad primordial, primaria, de un pueblo y de un país, y que a partir de la comunidad y de las comunidades surjan más ideas y se le dé valor a esa idea.
En Cimarrón, las personas desarrollan su creatividad, se benefician de un ambiente seguro, de apoyo, donde pueden ser ellos mismos y expresarse libremente.
Este proyecto comunitario es un ejemplo inspirador de cómo el arte y la cultura pueden transformar vidas y fortalecer comunidades, brindando oportunidades y esperanza a aquellos que más lo necesitan.
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