Millones de personas participaron en protestas contra el presidente estadounidense Donald Trump en los 50 estados de la nación norteña y a nivel mundial durante el fin de semana.

Según CNN, se llevaron a cabo más de 1.400 protestas masivas en capitales estatales, edificios federales, oficinas del Congreso, sedes de Seguridad Social, parques y ayuntamientos de todo el país, en cualquier lugar “donde podamos asegurarnos de que nos escuchan”, dijeron los organizadores. “Hands off! (Manos Fuera)” exige “el fin de esta toma de poder de los multimillonarios”.
También casi 600.000 personas se habían inscrito para asistir a los eventos a nivel mundial, algunos de los cuales tuvieron lugar en ciudades importantes como Londres y París, según Indivisible, una de las organizaciones que lidera el movimiento en colaboración con una coalición nacional que incluye organizaciones de derechos civiles, veteranos, grupos de derechos de las mujeres, y sindicatos.


Los organizadores afirman que tuvieron varios reclamos: el fin de la multimillonaria toma de control, el fin del recorte de fondos federales para Medicaid, la seguridad social y otros programas de los que dependen las personas trabajadoras. Y, por último, el fin de los ataques contra inmigrantes, personas trans y otras comunidades.
Durante la protesta en Washington, el representante demócrata Jamie Raskin de Maryland, quien dijo que no hay futuro con un presidente que tiene “la política de Mussolini y la economía de Herbert Hoover”.

La Administración de la Seguridad Social, que gestiona las prestaciones mensuales de aproximadamente 73 millones de personas en Estados Unidos, enfrenta una crisis tras una importante reestructuración que ha implicado la reducción de miles de empleados.
Por otro lado, se han intensificado las acciones contra la inmigración, con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) bajo presión para aumentar las detenciones de inmigrantes. Además, se han anunciado planes de deportaciones masivas, a pesar de recientes errores administrativos, como la deportación equivocada de un ciudadano salvadoreño.
Desde el inicio de su mandato, la administración Trump ha adoptado una postura crítica hacia la ciencia climática, proponiendo revertir políticas clave relacionadas con la contaminación de vehículos y plantas de energía, lo que podría afectar negativamente los avances en aire y agua limpios, así como en la acción climática.
Además, Trump ha impulsado una revisión de las políticas gubernamentales sobre armamento y litigios relacionados con los derechos de armas en Estados Unidos. En paralelo, su enfoque en la reducción del gasto federal ha llevado al despido de miles de empleados públicos como parte de un plan para disminuir el tamaño del gobierno. Al menos 121.361 trabajadores han sido despedidos hasta ahora, según el último recuento de CNN.