Camagüey, Cuba.- En esta provincia, la más llana y extensa del país, existen muchas potencialidades para producir alimentos, fértiles tierras, y buena semilla garantizada con el uso de la ciencia; pero, apenas se explotan las áreas, la mayoría tomadas por el marabú.
Sin embargo, hay fincas y experiencias de referencia provincial y nacional, aunque lamentablemente son excepciones.
Por ejemplo, ¿por qué no se generalizan y se convierten en regla, las buenas prácticas de los hermanos Alexander y Alain Gil González, de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS), Sabino Pupo en el municipio de Vertientes?
Tres años atrás los hermanos Alain y Alexander, en una finca ganadera, iniciaron el proyecto de desarrollo local Los Cerditos; pero en enero de este año, dejaron la cría por la siembra, y comenzaron un nuevo empeño, sembrar cinco caballerías de plátano.
“Los planes han crecido, y pretendemos antes de que termine el mes de agosto completar entre siete y ocho caballerías, con el uso de vitroplantas, y sistema extra-denso, que garantiza mejor crecimiento de las plantaciones y mayores rendimientos.
“También están en las tareas inmediatas intercalar cultivos, para aprovechar mejor la tierra, y sembrar frijol; además, tenemos media caballería de yuca, e igual área de boniato. Trabajamos con implementos adaptados, como alternativa ante la falta de herbicidas, y así ahorramos también”.
La antigua finca ganadera de los hermanos Alexander y Alain Gil, convertida en el proyecto de desarrollo local, Los Cerditos, se diversifica.
“En realidad la experiencia anterior era la cría de cerdos, pero como el plan porcino está un poco deteriorado, decidimos incursionar en la otra rama agropecuaria, y cultivar plátano, que no necesita muchos requerimientos tecnológicos, no es muy costoso mantenerlo, y debe darnos buenos frutos.
“Criamos cerdos, pero también carneros, y ganado. Nosotros además de la producción agropecuaria, tenemos un encargo social que cumplir, con el aporte a los Hogares de Ancianos y de embarazadas; y atendemos a niños con enfermedades específicas, mensualmente destinamos una cifra para apoyarlos y aportamos a la comunidad”.
Como dice el poeta trovador, solo el amor convierte en milagro el barro.
Son significativos también los resultados productivos de Albérico Cervantes Cervantes, en la finca La Victoria, de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC), Guasimal, en el municipio de Carlos Manuel de Céspedes.
“Aquí tenemos cuatro caballerías y medias de cultivos varios, de ellas, dos de arroz y las restantes con plátano y yuca, renglones de prioridad para el país”.
En la finca La Victoria avanza el programa de diversificación, sin descuidar el encargo estatal ganadero.
“Tenemos 170 vacas en ordeño; y en la ceba de toros, 300 cabezas; más de ciento veinte puercos, fundamentalmente de capa oscura, y más de 200 carneros”.
Albérico es productor de avanzada. “Nosotros cerramos el año con ciento 80 mil litros de leche, y para el 2024, nos proponemos llegar a 240 mil; actualmente acopiamos como promedio diario 620 litros; y además, trabajamos para incrementar la producción de alimentos, y apoyar al pueblo.
“En diciembre del 2023, terminamos una nueva casa de vaquería para mejorar la producción ganadera, las condiciones para la cría y la reproducción vacuna; y humanizar el trabajo de los obreros.
“Estos resultados requieren el manejo adecuado de los animales, a los que no le puede faltar agua y comida; y llevan mucho sacrificio; pero se puede lograr cualquier cosa que se proponga un hombre.
“Los ganaderos somos buenos, y tenemos que ser igual en la parte agrícola, la muestra está aquí, Sí se Puede”.
Los resultados de los hermanos Alexander y Alain Gil González, y del ganadero Albérico Cervantes Cervantes, imponen la pregunta, ¿por qué nos pueden, y otros no? Que las excepciones se conviertan en regla.
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