Un nuevo proyecto de cooperación internacional para la transición agroecológica y energética sostenible en ocho municipios del país se presentó este martes en el Hotel Nacional de Cuba.
La iniciativa, financiada, en su mayoría, por la Unión Europea, junto a la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo y el PNUD, promueve un modelo de desarrollo municipal ecológico y descentralizado capaz de fomentar la autosuficiencia y la sostenibilidad alimentaria y energética.
El director de agroindustria del ministerio de Economía y Planificación y Jefe del proyecto ”Municipio Sostenible en Cuba”, Reinaldo Cuba Medina explicó que el proyecto consta de tres líneas estratégicas fundamentales, la producción agroecológica, la transición energética y todo lo concerniente a la sostenibilidad de energías limpias, así como el tratamiento y uso del agua para la producción agropecuaria y alimentaria del país.
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Como objetivo general y transversal, en cada uno de ellos, resaltó la atención a la ruralidad, a la mujer y a la juventud, dentro de cada una de las acciones que va a realizar el proyecto.
Los municipios escogidos para implementar las acciones son Guanabacoa, en La Habana; Isla de la Juventud; Martí, en Matanzas; Manicaragua y Remedios, en Villa Clara; así como Yaguajay, Trinidad y Cabaiguán, en Sancti Spíritus.
“hemos dado el mayor protagonismo a los municipios. No será un proyecto que se implemente en las estructuras nacionales, por tanto todo lo que haga un municipio en el proyecto tendrá como base su estrategia de desarrollo municipal. Tendrá como base los temas identificados en cada uno de los municipios y formará parte de la descentralización de facultades que se están implementando en los municipios cubanos”, agregó.
La embajadora de la Unión Europea en la isla, Isabel Brilhante Pedroso ratificó que el bloque regional está en disposición de ayudar a Cuba como facilitador en la sinergia con otros programas y en la búsqueda de una mayor complementariedad con otras iniciativas,” ofrecemos una plataforma de visibilidad y comunicación con las instituciones europeas y también ayudamos a coordinar con otras iniciativas a nivel regional”.
Durante la presentación, el embajador de Italia en Cuba, Roberto Vellano catalogó de excelente el estado de las relaciones bilaterales que se caracterizan por su intensidad y variedad en el diálogo político. Son justamente los pilares que rigen también las relaciones entre Cuba y la Unión Europea.
Dijo que la cooperación para el desarrollo se enfoca en áreas claves como la agricultura, la sostenibilidad, el desarrollo local, la protección y promoción del patrimonio cultural.
Los municipios escogidos comparten en común sus avances en políticas de transición energética, ser territorios eminentemente agrícolas, algunos con áreas costeras y otros con dificultades en el acceso al agua.
Uno de los territorios con líneas de trabajo bien definidas es el Municipio Especial Isla de la Juventud, su director de desarrollo, Carlos Díaz González explicó que luego de los análisis pertinentes se decidió apoyar la producción de proteína animal de especies menores, como las aves rusticas, los preces, cunícola, ovino, caprino y cerdo.
“Seleccionamos 25 fincas inicialmente, sobre todo de productores individuales y algunas granjas de empresas estatales, más toda su cadena. El proyecto va desde el estudio de las variedades, por ejemplo, de alimentos que son más adaptadas a las condiciones de la isla, su siembra, la producción de todos los reemplazos de las especies, las cadenas de aseguramiento, las producciones como tal y después su comercialización. Queremos terminar en un mercado verde”, expresó.
Sobre la sostenibilidad de las producciones una vez concluido el proyecto, con seis años a implementar, la estrategia municipal insiste en que no queden eslabones de la cadena sin actuar.
Como segundo elemento a resaltar para hacer de este un proyecto sostenible, Díaz González habló de gestionar canales de financiación,”podemos negociar un porciento de la producción con destino al turismo, certificar producciones para exportar o sustituir importaciones. Todo esto con el fin de captar moneda fuerte que nos garantice la vitalidad de las producciones una vez concluido el proyecto”.
Las experiencias positivas que se generen del proyecto podrán multiplicarse en otros municipios del país con la creación de políticas y metodologías que se adecuen a las necesidades de cada localidad.