La Habana, Cuba.- Empezamos por íconos del cine y lo agradable de una sonrisa.
Rodolfo valentino, que reinó allá por los años 20 del pasado siglo en las pantallas mundiales. Aunque nunca se escuchó su voz causaba desmayos por parte del público femenino, incluso alguna que otra llegó a cometer suicidio cuando faltó su sonrisa. Un dato curioso: el segundo nombre impuesto a mi padre era precisamente Rodolfo.
Ya con el cine sonoro tuvimos a Errol Flynn, cuya sonrisa enmarcada por un bigotico muy cuidado, hizo furor con cada una de sus películas. Según textos de la época (años 40 y 50) ¨las calzas le quedaban como a nadie¨, haciendo alusión a sus aventureros personajes.
Y llegó Alain Delon a los corazones de millones de rendidas admiradoras. El actor francés, además de poseer una figura irrepetible y un encanto espectacular, posee histrionismo innegable, reconocido con el Premio César.
Que muchacha de los años 60 no se llegó a las salas de los cines para disfrutar de su sonrisa traviesa y hermosos ojos para contemplar ¨El Tulipán Negro¨.
No dejamos fuera al otrora galán brasileño Antonio Fagundes, cuya dulce sonrisa ha engalanado festivales del mundo, desplegando además un efectivo hacer.
España tiene entre otros a Mario Casas y sus Palmeras en la nieve, con una sonrisa que hace suspirar no solo a sus compatriotas, demostrando también despliegue actoral.
Por supuesto que cito a Brad Pitt, que continúa sonriendo en la preferencia de muchas. Otro galán, que además en buen actor.
Cerramos con Thor, es decir Chris Hemsworth, que recientemente cumplió 40 años y aún (y para rato) hace latir millones de corazones cada vez que su sonrisa y talla descomunal aparece.
