Fotos tomadas de FacebookFue un día diferente al primer mes de mayo, sin embargo no perdió nunca la esencia de lo que representa la celebración de la fecha como reafirmación del combate por la unidad y la victoria.
Es cierto que se extrañó la Plaza de la Revolución habanera por el acostumbrado paso estremecedor y vibrante de cientos de miles de cubanos y visitantes, pero no por eso la concentración perdió su grandeza, más bien se multiplicó, porque encontró en cada municipio del país la reafirmación de que sí podemos, conservando nuestra unidad como arma más importante para defender la Patria.
Si me preguntaran, el protagonismo lo han tenido los jóvenes, en más de una ocasión citados en los discursos de los oradores del acto celebrado en las proximidades del Malecón habanero.
¿Por qué los jóvenes? Porque este es su tiempo, porque son la continuidad generacional natural, porque en cada batalla que protagonizan en el campo de la producción, la investigación o en los servicios contribuyen a hacer su propia historia, porque han tenido que avanzar en medio de un escenario muy complejo, lleno de obstáculos y aun así continúan apostando por la Revolución.
¿Por qué los jóvenes? Porque han sido también herederos de sus padres, protagonistas de otras épocas, también difíciles, que ha permitido llegar hasta aquí durante más de seis décadas de Revolución.
¿Por qué los jóvenes? Porque los que en plazas y comunidades se concentraron hoy saben que es resistir la avalancha de noticias falsas, estrategias para desacreditar Cuba, cómo resulta desconectar y descontextualizar hechos y acontecimientos para mostrarlos al mundo como una gran mentira que reiteran una y otra vez, cómo es privarlos de medicamentos que pudieran adquirirse si no existiera el brutal bloqueo del Gobierno estadounidense contra nuestro país, cómo se les dificulta la transportación por la falta de piezas de repuesto e insumos, o los alimentos, cómo se esgrimen cantos de sirena para intentar desangrar el país de sus profesionales y dividir a las familias.
Por eso los protagonistas de la celebración hoy del Día Internacional de los Trabajadores en Cuba son los jóvenes. Que nacieron bajo ese efecto permanente del bloqueo genocida e inhumano de los Estados Unidos, que pudieran vivir y estar mejor sin el impacto de la política de bloqueo y que siguen apostando por resistir y crear en su país, en el Moncada-presente, en el Girón de estos tiempos.
Esos jóvenes no han perdido sus sueños, defienden el pedacito de tierra, aman donde nacieron, la familia, los amigos, el barrio, la comunidad.
Fue una celebración del Día Internacional de los Trabajadores muy diferente, pero su esencia toma más valor por haberse hecho en un momento muy complejo de la Patria, que forja caguairanes y nos hace sentir muy orgullosos de ser cubanos.
