Es el Parque Natural Jibacoa-Hanabanilla, único lago intramontano de Cuba, una postal en medio del Escambray villaclareño, allí la brisa abraza a quienes llegan en busca de las maravillas de las montañas en esta central geografía; el silencio asusta si tienes la oportunidad de adentrarte unos cuantos metros en la cueva del Majá, una muralla de piedras grisáceas domina el paisaje mientras el bote zigzaguea las aguas profundas de una obra hidráulica considerada una verdadera joya de la ingeniería civil en la nación.
Llegar hasta el Punto Náutico por las laderas escarpadas del Plan Turquino manicaragüense, deviene un verdadero vértigo a cada instante, mas, resulta imposible cerrar los ojos ante tan abrumador regalo de la naturaleza.
En el punto más alto, un equipo de jóvenes guías, explican cada detalle de una experiencia inigualable para aquellos más atrevidos, el canopy del Parque Natural Jibacoa-Hanabanilla, según dicen, el más grande del país, definitivamente convida a regresar una y otra vez a aquellos contornos que estoy seguro han de tener algo de lo real y maravilloso americano.