USAID

Otra estafa en camino desde la prensa «independiente»

La debacle de la Usaid sigue dando de qué hablar.

Es extraordinario cómo supuestas verdades sobre el carácter independiente de ciertos medios de prensa gerenciados por cubanos de origen, intentaron imponerse como indiscutible. Repetían que eran pilares de la lucha contra el comunismo, y para hacer a la Isla soberana y próspera.

Pero resulta que, al cerrar el grifo de uno de los anchos tubos por medio de los cuales les llegaba el dinero, ha sido el mismo Gobierno estadounidense el que ha dejado en evidencia la colosal dependencia de esos «medios» al presupuesto gubernamental.

Realmente llama a risa releer las solemnes declaraciones, de ficticia preocupación, emitidas durante tantos años por organizaciones como Reporteros sin Fronteras o la oea, ensalzando el trabajo de estos «periodistas independientes», no porque fueran particularmente buenos o especiales para merecer el elogio, sino simplemente porque atacaban la obra de la Revolución.

Reporteros sin Frontera, que recién publicó que había destinado el 70 % de sus dineros a «independientes» de varios países, también recibía significativos montos de la Usaid. O sea, que ni siquiera esa organización es tan independiente.

Hace poco, un correo enviado a sus seguidores por uno de estos medios revela la desesperación que ha provocado la estocada gubernamental a la plataforma subversiva, diseñada para afectar el funcionamiento de la economía cubana, que es decir dañar a la familia cubana, como manda la esencia del bloqueo.

La comunicación se anunciaba con algo así como: «el futuro del periodismo libre depende de tu apoyo». Más adelante, confirmaron que «normalmente» reciben fondos no solo de la Usaid; sino también de la ned, muy conocida por sus fechorías contra Cuba; y del denominado Buró de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, del Departamento de Estado; entre otras oficinas federales.

Informan que había bastante plata prevista para este 2025. Según admiten, esperaban recibir una parte de al menos 269 millones de dólares. Y parece que el golpe administrativo contable es serio, pues lamentaron que debieron suspender a la mitad del personal, así como contratos eventuales con otros freelancers; o sea, más «independientes» que los de plantilla.

Sacando cuentas con base en precios internacionales, con el equivalente de ese dinero Cuba habría podido contar, por ejemplo, con 184 000 toneladas del diésel necesario para las plantas de generación eléctrica distribuida, y para hacer mover transporte de todo tipo, incluidos 867 ómnibus públicos. Montos similares permitirían comprar 50 880 toneladas de carne de pollo para la canasta familiar normada, miles de insumos médicos como guantes quirúrgicos, o 8 600 equipos de ultrasonido; también 17,3 millones de viales de insulina para los diabéticos antillanos.

Esos 269 millones son algo más de la mitad de lo que, como promedio, impacta en Cuba el bloqueo en un mes.

Recientemente, el vicecanciller cubano, Carlos Fernández de Cossío, recordaba que la Usaid había sido creada, formalmente, como una agencia para canalizar ayudas para el desarrollo a países que lo requirieran.

Añadió que algo de eso hicieron y estaban haciendo, pero para el caso cubano, se destinó únicamente a organizar disidencias, financiar una oposición de cascarón, promover desorden social y otros fines inconfesables, como los ya mencionados, de pagar a escribidores no independientes, que trabajan para el Gobierno más hostil que enfrenta la nación cubana.

Volviendo al correo de marras, más allá de estas operaciones de extorsión sentimental o pase de sombrero, es previsible que la sangre de esta crisis de fondos suspendidos y llantos por recuperarlos no llegue al río. Es más creíble pensar que todo esto es una puesta en escena de pánico fingido, dígase, para aprovechar la circunstancia y victimizarse, que eso siempre paga bien en este mundo con realidades virtuales y universos paralelos en las redes sociales digitales.

Siendo el señor Rubio quien firma ahora lo que se gasta o no del presupuesto que le dejaron a la Usaid, es probable que algo le tiren a este medio y a los otros con riesgo de ir a la «bancarrota»; porque alguien tiene que hacer el trabajo de crear y amplificar los pretextos de la guerra económica contra Cuba.

Esos dineros seguirán fluyendo. El drama no les sienta a los «independientes» de ocasión.

(Fuente: Granma)

Autor