Según la definición en textos científicos, la Medicina Transfusional tiene como objetivo recuperar o mantener la salud de los pacientes a través de la administración de los componentes sanguíneos, de acuerdo con la necesidad del enfermo. Se trata de determinar cuándo una persona intervenida quirúrgicamente necesita de una transfusión de sangre, o de la llamada Hemoterapia.
De esta especialidad habla con muchos conocimientos y orgullo Oscar Caballero Peña, Licenciado en Medicina Transfusional, quien labora en el Centro de Diagnóstico Integral “Las Flores de Catia”, en el Distrito Capital, Caracas.
“Este es un CDI quirúrgico donde se reciben muchos pacientes para realizarles intervenciones quirúrgicas y donde atendemos a colaboradores cubanos de otras instituciones, de ahí que nuestra especialidad sea determinante en este centro”, afirma el experto.
La medicina transfusional o medicina de transfusión, como también se le conoce, es una especialidad muy compleja, que incluye criterios de donación de sangre, estudios hematológicos, exámenes de laboratorio, todo ello para que el paciente que reciba una transfusión tenga todas las garantías de que este proceder sea exitoso y cumpla su cometido. Por ese motivo, el equipo médico en el CDI “Las Flores de Catia” trabaja muy unido a la hora de tomar criterios antes de una operación.
El Licenciado Caballero Peña aclara que a los pacientes se les realizan exámenes previos a la actividad quirúrgica por los anestesistas y médicos de asistencia de la especialidad que se trate; entretanto, a él le corresponde garantizar que la hemoterapia esté disponible con las unidades de sangre, si fuera necesario emplearlas.
Una operación requiere tener lista una administración del líquido, para aplicarla tanto en cirugías mayores, como en las menores si hiciera falta, “porque incluso, en cirugía menor pueden haber accidentes quirúrgicos que requieran transfundir, con independencia de que previamente se hacen complementarios que deben arrojar indicadores normales, los cuales permitan la operación”, señala.
En el CDI “Las Flores de Catia” se realiza un alto número de intervenciones quirúrgicas, pero en pocas ocasiones se ha necesitado de una transfusión, precisamente porque se hacen esos estudios de rigor preliminares “que confirman, a partir de criterios médicos, que el paciente está en óptimas condiciones, independientemente de que en la acción quirúrgica, el team médico está atento a cualquier reacción”.
El Licenciado Oscar Caballero es de los imprescindibles en el Flores de Catia. Cuando no se requiere de su presencia en el salón, ahí está con su experiencia en el Laboratorio Clínico, ayudando a sus colegas, “los Licenciados del Laboratorio Clínico que laboran 24 horas al día, ellos necesitan de un personal especializado y yo los apoyo en función de los procederes e investigaciones que se realizan”, manifiesta.
Esta entrega y sentido de pertenencia con su trabajo son razones que le adjudicaron el mérito de ser uno de los trabajadores más integrales del “Flores de Catia”, pero, según sus criterios “no es un mérito personal, es la unión lo que nos hace integrales, el trabajo en equipo, la decisión de que todos dependemos unos de otros para alcanzar el éxito”.
Este colaborador sencillo, que hace más de tres años presta sus servicios en Venezuela, es además un profesor y formador de muchas generaciones, tarea de pedagogo que también cumple en la nación hermana.
Pero Oscar es además, amante de su país y de su carrera, por eso se define como “cubano, santiaguero y con mucho orgullo”.
¿Y qué le dice desde Venezuela al pueblo cubano y a sus familiares? “les digo que confiemos en nuestra Revolución, en nuestro Gobierno, hoy redoblaremos los esfuerzos para alcanzar mayores resultados”.
¿Cuándo concluye su misión y qué se lleva para nuestro país? Estoy de fin de misión, en este primer trimestre del año debo concluir y regresar, para Santiago de Cuba y para mi Patria me llevo más preparación y madurez, y el caudal de conocimientos que he apreciado del resto de los colaboradores y me llevo además, la mayor satisfacción, que es el deber cumplido”. Con estos argumentos, en el Centro de Diagnóstico Integral “Las Flores de Catia”, el Licenciado en Medicina Transfusional Oscar Caballero Peña sigue consagrado a una especialidad difícil e imprescindible, con el amor a Cuba y a Venezuela como ruta de su vida.
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