Odalgis Licea Fonseca ya peina canas, pero su rostro se ilumina cuando nos recibe en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) “Sol de Taguanes”, institución médica del municipio Tinaquillo, ubicada en el Estado venezolano de Cojedes, donde se desempeña como administradora hace más de veinte meses.
“Estoy muy contenta con las personas que me tocó dirigir, muy disciplinadas, somos dos brigadas, cubanos y venezolanos luchando por una sola causa, que es la salud de este pueblo”, enfatiza, mientras nos explica que allí laboran 26 especialistas, y todo fluye porque se consideran una gran familia.
Pero Odalgis, procedente de la provincia Granma, vivió una experiencia única en esta, su primera misión. Casi por un año pudo compartir su labor como colaboradora con su hijo Enardis Fonseca Fonseca, quien cursa la especialidad como medico intensivista y hace sólo unos días regresó a la Patria después de prestar servicios en el CDI “Sol de Taguanes”.
Según afirma Enardis “ha sido algo maravilloso, me gradué en el 2021, muy feliz y orgulloso de estar junto a mi mamá en esta nueva etapa de mi vida, lo damos todo por nuestros pacientes, y ellos agradecidos de nuestro trabajo y atención que le dispensamos”.
Odalgis lo abraza mientras lo escuchar y reafirma la idea: “Ha sido una gran experiencia, él es un apoyo para mí, me apoya en el dominio de las nuevas tecnologías, mi hijo es muy disciplinado, muy profesional, siempre orgullosa de él”.
Madre e hijo, unidos en esta misión, con sentimientos compartidos de orgullo infinito por el ejemplo y el amor.
¿Y alguna vez pensaste que ibas a compartir con tu mamá en una misión? Preguntamos a Enardis, quien no vacila en afirmar: “era un sueño de ella prestar servicios a un pueblo hermano, pero jamás pensamos que podríamos estar juntos en este momento de nuestras vidas, estoy muy feliz de estar con ella, con ella aquí yo lo tengo todo, y además es mi inspiración. Gracias a su labor y la respuesta de esta brigada, este centro alcanzó la condición de Colectivo Moral, ahí también está el esfuerzo de mi madre, quien ha sabido guiar muy bien al CDI”, señala con orgullo.
Finalmente, indagamos con Odalgis cuál es la clave para alcanzar estos resultados loables, y de inmediato llega su respuesta: “la clave es la unidad, la convivencia, el respeto y el amor, yo trato de que el colaborador se sienta bien atendido, nos ayudamos mutuamente, y así pasamos mucho mejor el tiempo que nos quede aquí, en realidad, somos una familia”.
Así con ese optimismo nos despidenOdalgis y Enardis, una madre y un hijo quienes, desde Granma hasta Cojedes, son emisarios de la ternura y el ejemplo.
Detalles en la propuesta radial.