Mensaje martiano para el Moncada: ¡A la patria libre de una vez!
Miralys Sánchez Pupo
Colaboradora de Radio Rebelde
web@radiorebelde.icrt.cu
22 de Julio del 2009, 11:45 a.m.

La Habana, Cuba.- Los futuros jóvenes moncadistas, desfilaron ante la escultura de José Martí en el Parque Central, que llenaron con la luz de sus antorchas. El compromiso era ser fieles a la memoria de José Martí, quien pleno de luz regresó a Cuba entre el 11 de abril y el 19 de mayo de 1895 para estar en la batalla con el arma en la mano, pero ya tenía dispuesto un importante arsenal para el futuro que recogieron quienes acudieron al Cuartel Moncada, era una forma de responder a la certeza martiana que era necesario acudir a coronar definitivamente su propuesta mayor que sintetizó en las palabras siguientes: ¡A la patria libre de una vez!

Aquellas palabras formaron parte de sus encuentros con los emigrados cubanos en Estados Unidos, cuando alertó que del Norte había que ir saliendo y la necesidad de conquistar la patria definitivamente para elevarla a la altura de la justicia que merecen sus hijos. Así estuvo el Maestro pleno de sol en la frente y en su pensamiento presente en sus cartas animadoras para el combate definitivo.

El mensaje fue tomado como bandera en el siglo XX, por la parte de la masa creadora en la misión inconclusa hasta entonces y que se desplegó ante la soldadesca del Cuartel Moncada. La luz del Maestro estaba allí y forma parte del contenido del programa de la Revolución desde las páginas de La Historia me Absolverá, documento de la autodefensa de Fidel Castro. Estaba presente en la sabiduría política para continuar su obra como un nuevo mensaje enviado desde el Manifiesto de Montecristi y que regresó también a través de las aguas desde el mismo vientre del yate Granma.
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Las meditaciones de quien afirmó en sus páginas de combate “Yo hablo al sol”. “Escribo con todo el sol sobre el papel” no cayeron en el vacío. Todas y cada una de las medidas puestas en práctica por la Revolución Cubana en su etapa actual es un homenaje cotidiano al Maestro, cuyo pueblo se liberó y recibió como logros la eliminación del analfabetismo, la nacionalización de  las empresas extrajeras en beneficio de los cubanos, entregó la tierra a quien la trabaja, convirtió la medicina en un servicio social, llevó la cultura a todos los territorios por distantes que estuvieran en altas sierras o en pequeños poblados dispersos. Los hombres de ciencia alcanzaron las posibilidades para enriquecer la nación Y cada ciudadano estuvo protegido en la Carta Magna de la República de Cuba bajo le enseñanza martiana que aseguró:

“Yo quiero que la primera ley de la República sea la plena dignidad del hombre”

Con la luz plena en la creación constante se consolida la vigencia martiana en cada uno de nuestros días. Seguimos en campaña permanente junto a Martí porque en la Cuba actual “Es la patria lo que se lleva por sobre la cabeza, es la esperanza de toda la vida”.