En restauración La Granjita de Siboney
Carlos Sanabia Marrero
Corresponsal de Rebelde
16
de Julio de 2008, 10:10 a.m.
Santiago de Cuba.- Esmerados trabajos de restauración se realizan a la Grajita de Siboney bajo la responsabilidad de obreros de la Oficina del Conservador de la Ciudad y del Centro Provincial de Patrimonio, por ser uno de los principales sitios vinculados a los sucesos del 26 de julio de 1953.
Trabajos de carpintería, plomería, albañilería, pintura interior y exterior y cambio del guión de la actual muestra expositiva, son acciones que se realizan al local que sirvió como punto de concentración y partida a los jóvenes de la Generación del Centenario dirigidos por Fidel para asaltar la fortaleza del Moncada.
Para la celebración del Día de la Rebeldía Nacional el Museo Granjita de Siboney incluirá en sus muestras el auto utilizado en el asalto por Abel Santamaría Cuadrado, segundo jefe de la acción revolucionaria, nuevas fotografías de Ernesto Tizol, Fidel y Raúl, además de paneles con novedosa información sobre los preparativos para la toma del cuartel, la retirada y la captura de Fidel en las estribaciones de la Gran Piedra, el primero de agosto de 1953.
Hace 55 años este inmueble se llamaba Villa Blanca y era propiedad de José Vázquez, un comerciante santiaguero que comenzó a construirla en 1944 con el propósito de convertirla en una finca de recreo.
Tres meses antes de la heroica acción, una mañana de los primeros días de mayo de 1953, Fidel Castro y Ernesto Tizol, uno de los asaltantes al Moncada la recorrieron y comprobaron que servía para los objetivos revolucionarios.
El propósito de Tizol era establecer en ella una granja avícola como cobertura, lo que facilitaría los planes de Fidel de enviar así paquetes de alimentos para pollos, que realmente contenían armas, municiones y uniformes.
La Granjita de Siboney, como se inscribe en la historia a partir de 1959, mantiene los colores blanqui-rojo y en su entrada, como centinelas que custodian celosamente la reliquia histórica, existen dos pinos y dos arbustos de jazmín que esparcen, por el lugar, su suave aroma.
También se encuentran las banderas cubana y del movimiento 26 de julio, y las paredes delanteras de la casa están agujereadas por la metralla de los guardias de la tiranía, quienes pretendieron de esta forma justificar el asesinato de seis de los combatientes que fueron encontrados en las márgenes del rió Carpintero y llevados a la Granjita, con lo cual intentaron hacer evidente un combate que nunca existió.
Catorce kilómetros por la carretera que conduce a la Playa de Siboney, separan a la Granjita de la ciudad de Santiago de Cuba. A ambos lados de la vía, 26 monumentos indican la ruta seguida por Fidel y sus compañeros, apareciendo en ellos los nombres y oficios de los mártires de la gesta del Moncada. |