Los golpistas van a perder en Honduras
14 de Julio del 2009, 4:43 p.m.

Las Tunas, Cuba.- Las voces solidarias de los Comité de Proliberación por los Cinco demandaron la restitución del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, así como condenaron el grosero golpe militar en esa nación centroamericana.

Convocados por la delegación del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos en Las Tunas, al encuentro asistieron integrantes de la XXI Brigada de Trabajo Voluntario “Giovanni Ardizzne” y Giustino Di Celmo, padre del joven italiano asesinado por el imperialismo en el Hotel Copacabana.

El padre de Fabio Di Celmo no pudo evitar la expresión de tristeza en su rostro al narrar el asesinato de aquel jovencito que aguardaba el regreso de su presidente en las márgenes del aeropuerto, vivido por las transmisiones de Tele sur el día en que el presidente Zelaya pretendía el reencuentro con el pueblo que le eligió.

De igual manera, destacó la proeza de la Cadena de la verdad, Tele Sur, evitando que los gorilas salvajes  a esa hora estuvieran devorándolo todo.

Giustino se solidarizó con las reflexiones de Fidel Castro relacionadas con el golpe y la amenaza a la democracia de los pueblos de América Latina y recordaba que en los cerca de 90 años de edad ha sido testigo del sufrimiento de los pueblos del continente en un siglo de golpes tras de golpes, miserias tras miserias y reveló: “Yo estuve en Argentina cuando el plan Cóndor y tuve que abandonar la familia por las persecuciones, asesinatos y desapariciones; Latinoamérica se despertó y eso es un secreto del alma humana, cuando el hombre se da cuenta, cuando un pueblo se da cuenta que hay injusticia y mentira, no se vuelve nunca más atrás, así que yo pienso que los golpistas van a perder”.

“Viví en Argentina en la década del 50 -60 y me fui, y después todos los golpes de Estado que pasaron en este continente, nunca sucedía esto que vi en Honduras, se hablaba un día o dos y luego todo a la normalidad y la gente seguía sufriendo como si nada hubiera pasado, seguían amenazado, los mataban, a las cuatro de la mañana venían, basta que usted dijera una palabra contra el capitalismo, ya tú eras un presunto delincuente que amenazaba al sistema y lo que te puedo asegurar es que yo me tuve que escapar de Argentina, dejarlo todo, mi mujer y los dos niños e irme a Italia.”