Miozotis Fabelo Pinares
Corresponsal Rebelde
Ondeó la bandera roji-negra
26
de Julio de 2008, 10:25 a.m.
Camagüey, Cuba.- El 26 de julio de 1957, cuando ya en la Sierra Maestra peleaba el Ejército Rebelde, bajo las órdenes del Comandante en Jefe Fidel Castro, en una pequeña localidad camagüeyana, a orillas de la Carretera Central de Cuba, ondeaba la bandera roji-negra.
Ángel Peláez Geijo, era entonces el Coordinador del Movimiento 26 de Julio (M-26-7), en La Vallita, un asentamiento poblacional situado entre las ciudades de Florida y Camagüey.
“Organizamos la acción de conjunto con Armando Pérez Ruiz, que era el responsable del M-26-7 en Florida, y acordamos realizar un hecho que tuviera gran resonancia y trascendencia, porque hasta entonces habíamos colocado banderas en las palmas y en las cercas; pero nos la tumbaban con facilidad.”
Ángel Peláez cuenta los detalles de la acción: “la noche del 25 de julio, se propuso la posibilidad de que alguien pudiera subir a la torre de Televisión del Canal 6, que estaba a unos 500 metros del crucero de la Carretera Central y a una distancia similar del Cuartel de la Guardia Rural.”
Alfredo Hernández García, integrante del Grupo de Acción y Sabotaje, un muchacho de 17 años de edad, se ofreció para subir a la torre y poner en lo alto la bandera del “26 de Julio”.
“Nosotros, - cuenta Ángel teníamos miedo, porque era una altura considerable, la más alta de la antigua provincia de Camagüey.”
Alrededor de las 11 y 15 minutos de la noche del 25 de julio de 1957, el joven Alfredo escaló la torre y colocó la bandera, de unos tres metros de largo por uno y medio de ancho.
“Esa bandera amaneció en la punta de la torre; y a mí se me ocurrió divulgar la noticia, por lo que en un camión, propiedad de mi familia, me fui a Florida, y trasmití una nota al Jefe de Corresponsales que estaba de guardia, --que era una gente nuestra también.”
Y el 26 de Julio, el Periódico El Mundo, publicó la información: “Grupo desconocido coloca una bandera Fidelista en la torre de Televisión del Canal 6”. Y Ángel abunda en su relato: “Esa nota apareció además, en la Sección “En Cuba”, de la Revista Bohemia”.
El suceso llenó de rabia e impotencia a los esbirros de la tiranía de Batista: era inaudito ver flotar al viento el estandarte que identificaba a los revolucionarios. Los vecinos de la localidad de La Vallita observaron con júbilo aquella manifestación de resistencia frente al régimen.
“Lo más importante era que, como la torre estaba tan próxima a la Carretera Central, los automóviles que transitaban por el lugar detenían la marcha para ver la bandera, y la gente se agrupó para ver el suceso. La bandera se veía a cuatro o cinco kilómetros de distancia, porque esa es una zona muy llana.”
La reacción de la tiranía no se hizo esperar: “El jefe del Puesto, en el Cuartel de la Guardia Rural, llamó a Florida, y se apareció el Jefe del Ejército de esa localidad, ofreciendo 20 pesos al que se atreviera a subir a la torre y bajar la bandera. A pesar de la crítica situación económica que vivía entonces el pueblo, nadie se prestó para tal acto, ni los campesinos de la zona, ni los vecinos del pueblito, hasta que buscaron a un ciudadano al que le pagaron para que cumpliera la orden del Ejército.”
Radio Rebelde, la emisora de la Revolución en la Sierra Maestra, se hizo eco del suceso que demostraba el valor de los combatientes de la lucha clandestina en pueblos y ciudades, integrados al Movimiento “26 de Julio”.
|