En Banes, una victoria de las ideas
Aroldo García
Corresponsal de Radio Rebelde
25
de Julio de 2008, 9:50 a.m.
Holguín, Cuba.- Los más viejos, o lo que es igual, cualquier nacido o residente en Banes hace cincuenta y cinco años, recuerdan, y recuerdan muy bien, porque hay huellas tristes que no se borran nunca, lo que fue en Banes la bota yanqui de la Yunai Fruit Sugar Company, aquella tristemente célebre empresa norteamericana, sobre las espaldas, de los pobres obreros, casi esclavos, malamente asalariados como mano de obra barata en esta región, localizada en la costa norte oriental de Cuba.
Pero a la Yunai, con todos sus Misters la hicimos marchar los cubanos, sin pasaje de regreso, apenas triunfó la Revolución, y Banes, con su pueblo humilde y laborioso, labró desde entonces, el futuro, su futuro, ese que ya hoy es hermoso presente, con esperanza de vida allí mayor a setenta y siete años, y una calidad para esa vida, que es como soñar despierto.
Así, asentando en su tierra fértil la forja donde se triunfa trabajando, y se reconoce con valentía todo lo que falta por hacer, en Banes, miles de sus hijos, llenaron una plaza, linda y florecida, que rinde homenaje a un héroe local, una plaza, más linda aún por el sudor y el color presente de quienes hicieron posible ganar, por segundo año consecutivo, por resultados palpables, contantes y sonantes, la sede para la celebración principal de la provincia en homenaje al aniversario del asalto al Cuartel Moncada, efemérides patriótica fundamental de Cuba, que ya arriba a su aniversario cincuenta y cinco.
Razones y reconocimientos hechos públicos en el acto, una ceremonia bien aderezada con momentos culturales y estímulos a los mejores, por Miguel Díaz Canel, Miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, y máximo dirigente de la Revolución en Holguín.
El de Banes, fue un encuentro bello a la vista, y altamente aleccionador como para sedimentar más convicciones.
En Banes, cincuenta y cinco años después del Moncada, y a casi cincuenta de borrar del mapa la presencia de la bota yanqui de la Yunai Fruit Sugar Company, lo sucedido en su plaza Juan G. Soto completamente rebozada de revolucionarios, fue en suma, una victoria de las ideas. |