Sarahí García Contreras
Periodista de Radio Rebelde
web@radiorebelde.icrt.cu
El pueblo hondureño continúa en las calles exigiendo sus derechos
3 de Septiembre de 2009, 8:55 a.m.
La Habana, Cuba.- A más de dos meses del golpe militar asestado en la República de Honduras, el pueblo continúa volcado en las calles exigiendo sus derechos y demandando el regreso del orden constitucional.
La Mesa Redonda Informativa del miércoles “El Mundo a Mitad de Semana” contó durante su espacio con la presencia de la dirigente del Frente Nacional de Resistencia al gobierno de facto, Bertha Cáceres.
La líder popular refirió en su intervención que las manifestaciones que se articulan día a día, son expresiones de la necesidad común de las mujeres, obreros, campesinos, indígenas y jóvenes hondureños de ser escuchados; un despertar sin duda, de la nación centroamericana.
La dirigente apuntó durante el transcurso de la Mesa Redonda Informativa, que la coordinación entre los distintos movimientos populares ha sido punto estratégico en la lucha por el derrocamiento del gobierno de facto.
Cáceres agregó que el Frente de Resistencia ha venido trabajando hace más de sesenta día, tratando de que sus objetivos sean reflejo de lo que el pueblo carece y debe obtener.
La participación ha sido elemento clave, según palabras de la líder popular, quien destacó que el Frente de Resistencia ha ido ganando con el tiempo en autonomía, a través de una política inclusiva en la que se reconocen todas las capas que conforman la sociedad hondureña.
La implicación de los Estados Unidos en el golpe militar de Honduras demuestra la existencia, ya no tan solapada, de los intereses geopolíticos de la nación norteamericana.
Bertha Cáceres destacó que dichos intereses se corresponden unívocamente con los que pretende obtener la oligarquía hondureña. No podemos obviar la presencia norteamericana en el complot, asegura Cáceres, pues aún cuando Estados Unidos se rehúsa a afirmar que no sabía que el avión que aterrizó en Palmerola llevaba a Zelaya, lo cierto e ineludible es que a esa base nadie puede entrar sin permiso de los gringos. |