Holguín.- María Julia Guerra es una  destacada periodista  holguinera. Acuciosa investigadora histórica. Durante los años más recientes ha dedicado  tiempo y talento a reflejar el resultado de rigurosas investigaciones  acerca  de la Revolución Cubana liderada por Fidel Castro Ruz y los hechos relacionados con ella que  tengan alguna relación con Holguín . El testimonio que ahora proponemos  es un ejemplo.

¨Era día de San Isidoro, se festejaba el 403 aniversario del asentamiento de García Holguín en su hato; era sábado de Gloria; era el 4 de abril de 1953. La ciudad de Holguín estaba profusamente iluminada.

En la Colonia Española tocaba la Orquesta Tentación y en Terraza Club, Mercerón y sus muchachos; alrededor del parque Calixto García abundaban las casas criollas y los kioscos; el kiosco más popular era el de Paquito Terán; se podía participar en tómbolas y jugar bingo. Muchos holguineros residentes en otros lugares, habían llegado a su ciudad para celebrar con familias y amigos las fiestas de abril.

"Esa la noche yo y mi amiga Tey (María Ester Aguilera de la Fuente) nos asomamos a la esquina de Libertad y Luz Caballero, en esa esquina donde hoy se encuentra la Cremería Guamá lo que existía era la Tienda El Sella. Las Fiestas de San Isidoro siempre se había realizado alrededor del Parque de las Flores, por frente a la Iglesia, la calle Luz y Caballero; nosotras vivíamos allí cerca; mi tía Ritina vive todavía allí en Luz Caballero entre Maceo y Libertad. Ese año, no sé la causa, lo habían trasladado todo para el "Calixto García" y aunque ya yo estudiaba en la Universidad de La Habana no nos dejaban ir hasta allá", relata la doctora Rittaly Agüero Feria, y continúa:

"Estando en la esquina vimos que se acercaban dos jóvenes muy alto; cuando llegan junto a nosotras, Tey se echa un poco para atrás  yo me quedo donde estaba, y le digo tú eres Titico Tizol (Ernesto Tizol Aguilera). Me saluda y a renglón seguido le dice a Tey: '¿Cómo tú no me has conocido?  Le conocíamos del barrio y el Colegio Los Amigos.  Entonces nos dice: 'Les presento a mi amigo...'. Y, ahí mismo, yo, muerta de risa, le digo no, él no se llama así, él es Fidel Castro, yo lo conozco.

"Fidel, muy serio, me pregunta: '¿De dónde usted me conoce?' Le respondo: de la Universidad. No dijo nada más y de inmediato Titico nos explicó que venían de las Minas de Charco Redondo, pues a Fidel le interesaba hacer un trabajo y denunciar las condiciones en que laboraban los mineros allí; nos habló de una enfermedad que contraían y les causaba la muerte; nadie se ocupaba de eso... Conversamos unos minutos con él, pero Fidel lo único que hacía era mirar alrededor, impaciente".

"Efectivamente, Fidel había estado ese mismo día en las minas de manganeso de Charco Redondo, en Santa Rita, muy cerca de Bayamo. Allí vio las minas, las condiciones en que trabajaban, indagó por los medios de vida, se interesó por el motivo de la enfermedad  profesional que les aquejaba. Aparte de que se interesaba por el problema de los obreros, analizaba la potencialidad revolucionaria de aquel grupo de trabajadores tan cercano a Bayamo, para el apoyo a las acciones que ya venía madurando.

"Desde los primeros días de abril Fidel se encontraba en Oriente; había viajado con Raúl Martínez Arará (1) en el auto de éste, un Dodge del año 1949; en tanto Tizol llegaba en su pisicorre Plymouth 1950. Su propósito era orientar las tareas de aseguramiento de las condiciones mínimas para la recepción de hombres y armas, en los lugares donde se pondría en ejecución la fase inicial de su proyecto revolucionario. En Santiago de Cuba, localizan a Renato Guitar y él invierte muchas horas en el repaso y ajuste del plan y el esclarecimiento de las tareas que le corresponde desarrollar al joven santiaguero; con Tizol y los demás se dedica a tratar de localizar en las afueras de Santiago un lugar que les sirviera de cuartel general. Así encontraron la casa de veraneo de José Vázquez Rojas, que se convertiría en la Granjita Siboney.

"En tanto Tizol se queda gestionando el alquiler de la casa, Fidel se traslada a Palma Soriano el día 3, y allí se reúne con el doctor Pedro Celestino Aguilera, el dentista que todos conocían como Aguilerita. Así sabrían que aparte de

"Fidel y Martínez Arará se reunieron con Aguilerita y Rafael Oliva en la casa de Ñito,  Renato de Santiago de Cuba, podían contar con la célula de Aguilerita, a la que pertenecían Oscar Alberto Ortega Lora (Ñito) (2), quien trabajaba como ayudante dental de Aguilerita, Rafael Navas, René Arias, el Gallego Chacón, Rafael Oliva, Humberto García Garcés, Teodulio Mitchell Barbán, Aldo Soler, Oscar Serra Ortega, Israel Tornos Urquiza y Parmenio García. Luego fueron a almorzar al bar Topeca, donde se les unió Parmenio, viejo dirigente cafetalero que conocía a Fidel. El tema agrario ocupó gran espacio de la conversación, pero el tema central fue el de los  mineros de Charco Redondo, que tanto conocía Aguilerita, pues él viajaba hasta allí todos los sábados. Bien entrada la noche Fidel fue a dormir a la casa de Ñito. El contacto con el grupo de Palma le permitió a Fidel perfilar más el plan militar que ya estaba madurando.

"Al día siguiente partió en compañía de Aguilerita para Charco Redondo, donde éste tenía a un gran número de compañeros nucleados. El viaje le sirve a Fidel para precisar en mayores detalles las acciones a ejecutar, sobre todo el peso que ha de tener el apoyo de Bayamo y la participación de los mineros de Charco Redondo.        

"Tiempo después le daría a Aguilerita la misión de participar en la toma del cuartel de Bayamo, y una vez tomado éste y la estación de policías dirigirse a Charco Redondo junto a Ramiro Sánchez de donde saldrían los mineros con la dinamita que ya tenían preparada para volar los puentes, fundamentalmente el de Cauto Cristo, y establecer las barreras para impedir que llegaran refuerzos de Holguín y Manzanillo mientras se tomaba el Moncada.

"En Holguín se celebran las fiestas de San Isidoro; los visitantes son muchos. Ernesto Tizol además de venir a ver a María, la madre, espera a Fidel. Por la noche saldrían a dar una vuelta por la ciudad. Dicen que estuvieron en el restaurante del Hotel Royal, pero no comieron allí; que durmió en una casa de la calle Mendieta o en otra de Libertad o en el Hotel Majestic.

"Lo cierto es que al día siguiente continuó viaje hacía Birán; en Cueto se detuvo en el garaje de Laureano Martínez. En la casa le esperarían doña Lina y don Ángel.

"Esta sería la última vez que estaría con su padre; luego vendría el 26 de julio el asalto al Moncada; el tiempo de prisión y exilio... En México recibiría la noticia de su fallecimiento el 21 de octubre de 1956, faltaba poco para la partida del Granma.

"Fidel, según su propio testimonio, recorrió en automóvil más de 40 mil kilómetros, en el esfuerzo de la organización, entrenamiento y equipamiento del Movimiento. "

El 26 de julio de 1953, un grupo de revolucionarios encabezados por Fidel Castro asaltó los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo,para derrocar al tirano Fulgencio Batista, entonces presidente de la República.